*La tierra Noir (o 90214) es un homenaje a Sin City (si no la han visto o leído, haganlo, lo vale). En la tierra Noir, Iron Man es un aventurero, dueño de una revista llamada Marvel donde publica sus aventuras. Pepper es su cronista tras la muerte del anterior (Virgil), Rhodey es su trabajador principal y Jarvis un buen amigo colega de Howard. En este mundo, Stark tiene el corazón delicado y tiene que usar una placa de metal para sobrevivir, Jarvis se encarga de curarlo.
*Steve Rogers no ha aparecido en este mundo pero como es post-Primera Guerra Mundial y antes de la segunda (o sea, periodo "Entre Guerras") casi todos los que han escrito al respecto se lo imaginan sin el suero, entonces lo pondré igual para esta historia.
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Ya no necesito explicación
No importa ya quien tenga la razón
Fuimos afortunados que se dio
Escuchó el sonido de unos pasos lejanos entrando a la sala, volteo por curiosidad cuando escuchó el taconeo acercarse. Lo vio caminar tan elegante por ese pasillo, seguro y sonriente. Su elegante figura y porte hacían voltear a más de uno mientras él pasaba. La presencia de ese hombre cautivaba a cualquiera. Ya fuese por la arrogante sonrisa o lo difícil que es verlo en traje cuando no está explorando el mundo.
Estaba nervioso, de todo lo que podía perturbarlo, justo ese hombre era el mayor asunto. Lo vio acercarse, con una sonrisa amplia y una mirada penetrante. Esos ojos azules mostraban seguridad que Steve nunca ha visto en nadie. Era él, ese apuesto hombre con quien muchas veces había fantaseado conocer.
Llegó para pararse frente a él sin quitarle la mirada de encima.
-Steve-dijo Pepper, quien llevaba acompañándolo hace rato, Steve no pudo quitar la mirada de su invitado-, te presento a mi jefe y mejor amigo, Anthony Stark.
-Mucho gusto, señor Stark-sonrió Steve un poco avergonzado-. Steve Rogers-levantó una mano para saludarlo, Tony la tomó con firmeza, por un segundo imaginó que ese dedo pulgar de Stark acarició el torso de su mano, se soltaron.
-Por favor, dime Tony-le guiñó un ojo sonriendo, las mejillas de Steve se tornaron carmesí.
-No te esperaba, Tony-interrumpió Pepper sin notar el ambiente de tensión.
-No podía perderme el conocer al artista de la exposición-dijo Tony sin despegar los ojos de Steve, este ya estaba algo abochornado. La mirada de Tony era muy intensa y la diferencia de estaturas hacía sentir a Steve aún más pequeño.
-Pensábamos ir a almorzar-continuo Pepper mirando su agenda-. ¿No sé si quisieras acompañarnos?
-¿Almuerzo?-Tony al fin miró a Pepper- Suena genial...-miro de nuevo a Steve que no se recuperaba de la vergüenza-¿Tienes alguna preferencia?
