|| Crónicas de un enfermero enamorado || Baekyeol

Besitos nocturnos y credenciales perdidas...

Dedicado a KkaebStar por ser la personita más constante en mi historia y siempre comentar en ella! ❣ Todo el Luv para ti

🌟

----

Chanyeollie corria con sus pocas energías por todos los pasillos del hospital.

Baekhyun, quien iba saliendo de una de las habitaciones de cuidados post cirugía vio a su niño hecho un lío de piernas largas y cabellos rojos alborotados. Intento llamarlo, pero este no detuvo su carrera y lo vio perderse al final del pasillo.

El lindo pelirrojo por supuesto que había escuchado a su novio llamarle, pero no podía detenerse por su besito nocturno ya que si no encontraba lo que había perdido, no podría darle más besitos nocturnos al rubio.

Su credencial, su jodida credencial que lo acreditaba como pasante estaba extraviada, olvidada y todos los sinónimos de perdida que se le ocurrieran.

Papá se lo había dicho claramente, eres mi hijo, mi adoración. Pero mientras trabajes aquí seré tu jefe sin más, debes respetar los reglamentos. Y que era lo primero que hacía, perder su acreditación de enfermero en servicio.

Pasó casi todo el turno buscándola pero no la halló. Con la carita decaída volvió a la oficina del enfermero Byun y se dejó caer abatido en el sofá frente al escritorio.

— ¿Qué sucede pastelito? Hace rato te noté muy apurado y ahora luces demasiado decaído.

— No es nada hyung.

Chanyeollie volteo su rostro y evitó ver a su novio. Le daba demasiada pena que este viera lo descuidado y despistado que era.

— Mi cielo, no mientas.

— No miento, de verdad.

Baekhyun tomo asiento al lado del alto y palmeo sus piernas incitando al pelirrojo a sentarse en ellas.

— Ven cariño. Siéntate aquí y cuéntale a papi que sucede.

El pelirrojo se sonrojo preciosamente, pero hizo caso a la petición del rubio. Este lo acunó en sus cortos brazos y por inercia el muchacho enredo los suyos detrás del cuello del contrario, escondiendo su rostro en el espacio que quedaba entre su hombro y la cabeza.

— Mi vida. Ahora sí me dirás qué tienes.

— Es que, soy muy tonto hyung.

Baekhyun separó el rostro del pelirrojo de su cuello y tomo sus mejillas. No le gustaba para nada cuando su pastelito se lastimaba, ya habían pasado por eso. Peleas y más peleas para que Chanyeol se aceptara tal y como era, estuvieron a punto de una ruptura, de no ser por la intervención de su suegro seguramente su pastelito no sería más suyo.

— Creí que ya habíamos hablado acerca de eso Chanyeol.

Y el menor sabía que estaba en problemas cuando su novio lo llamaba por su nombre de pila y no por alguno de sus motes cariñosos.

— Hyung...

— No, no está vez Chanyeol. Hace dos meses casi terminamos por esto, no vamos a volver a pelear por tonterías.

Y el pelirrojo se sintió mal, su novio creía que él era un tontería. Sus ojitos se aguaron y pequeñas lágrimas se escapaban de esos precisos luceros oscuros.