4. Sonrisas de verdad

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Me encuentro totalmente sorprendida de lo qué he acabado de escuchar, en estos momentos no puedo dejar de pensar en todas las estupideces qué he hecho y he dicho al jefe de la empresa, aún estoy tan absorbida en mis pensamientos, qué recientemente me he dado cuenta qué he caminado sin rumbo alguno, no mentiré, ¡¿no sé dónde demonios me encuentro?!, ¿cómo haré para volver?, no lo sé, en estos momentos me encuentro muy alterada, lo único qué sé, es qué estoy sumamente perdida y qué me están siguiendo...espera un momento, ¡ME ESTÁN SIGUIENDO!, mierda y más mierda, vamos lindas piernas, corran, trato de correr lo más rápido qué mis piernas me permiten pero me encuentro con una mano en mi brazo, instintivamente tiro mi pie hacia atrás, al escuchar un quejido, me encuentro con ¿el gruñón?, ¡¿Qué hace aquí?!, inclusive lo he golpeado en sú, bueno yá saben... definitivamente me despedirán, primero por golpearlo, segundo por todas las estupideces qué le he hecho...

-¡Perdón, perdón, no sabía qué era usted, simplemente perdóneme, no fué mi intención hacer..-  Fuí interrumpida..

-¡Mierda, me has pegado fuerte, ¡¿no hubiera sido más simple sacar tu brazo?!- Respondió enojado

-¡¿Perdona?! ¡¿Cómo iba a saber qué era usted el qué me ha perseguido?!- Respondo de la misma manera...

-¡Basta, esta discusión termina aquí y punto final, eres una mala agradecida por no decirme, un simple, grácias, pero claro, la señorita gruñona, no puede, simplemente siempre tiene qué contradecirme en todo!- Responde él nuevamente...

-¡¿Qué?!, ¿acaso yo le he dicho qué me tenía qué seguir?, ¡NÓ, entonces no me diga lo qué tengo qué hacer o decir!, Ah, y otra cosa, ni se le ocurra decirme nuevamente gruñona, porque el único gruñón aquí, ES USTED ¿Le quedó claro?- Respondo

-¡Eres imposible, trato de ayudarte porqué te encontrabas perdida y te enojas, claramente te tendría qué haber dejado sola!-

-¡Y lo hubiera hecho!- Respondí

-Si es lo qué quieres, perfecto, ¡me iré y te dejaré aquí sola!-

-¡Por mí, perfecto, qué tenga buenas noches, señor...!-

-¡Lo mismo digo, señorita...!- Responde hecho una furia...

El señor Myers, sube nuevamente a su automóvil, pero, ¿No arranca?, mierda, ¿porqué esto me tiene qué suceder a mí?...
Siento una tos falsa detras de mí y me encuentro con el señor Myers, me pregunto....¿qué querrá ahora?

- Ayúdame a mover el automóvil- Habla con tono autoridario...

-¡¿Disculpa, qué piensas qué soy, Hulk?!, discúlpeme señor, pero no pienso ayudarlo...- Respondo

-¡Perfecto, entonces considérese despedida!- Responde enojado

-¡¿QUÉ?!- Respondo

-No se haga, qué ha escuchado perfectamente, a si que, usted decide señorita, ¿Me ayuda o nó?- Me contesta con una sonrisa estúpida...

-¡Es un maldito idiota, ya no lo soporto, qué sea mi jefe no significa qué tiene derecho ha decirme o darme órdenes fuera del horario laboral, dígame rapido, ¡¿Qué tengo qué hacer?!- Le respondo yá irritada...

- ¿Ya sabes qué soy el señor Myers?, claro, era de imaginarse, bueno, súbete arriba del automóvil y arranca, yo lo empujaré, Ah, por cierto, me llamo Alan Myers- Me responde yá con una sonrisa muy sexi, ¡Mierda, concéntrate Emma!

-No me interesa su nombre- Respondo arrogante...

-Ajam, cómo diga, ¿Cómo era su nombre?- Es estúpido, ¿cómo no se acuerda?, supuestamente ha leído mi historial, y lo ha escuchado cuándo me he golpeado...

MI DIOS GRIEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora