-Maddy cariño eres su madre. Tienes derechos. Estoy segura de que hay abogados excelentes en Washington.
Iremos a ver alguno y averiguaremos que se puede hacer.-Ya he contratado uno. -Madison bebió otro trago-. Y también un detective. No va a ser fácil, me han dicho que talvez haga falta mucho tiempo y dinero, pero he de intentarlo.
-Estoy orgulloso de ti. -Tyler repuso mientras tomaba sus manos.- Nena Will Brett tercero se va a llevar una sorpresa con los Joseph. Tengo relaciones en Columbus.
-No, Tyler. Debo llevarlo con discreción. Nadie debe saberlo, ni siquiera mamá y papá. Eso podría estropearlo todo.Tyler pensó en los Brett un momento. Las familias de renombre y ricas tenían largos tentáculos.
-De acuerdo, seguramente será lo mejor. Puedo esperar. Los abogados y detectives cuestan dinero y yo tengo más del que necesito.
Por segunda vez, a Madison se le humedecieron los ojos, pero consigio disimularlo. Sabía que Tyler tenía dinero y no quería que eso la molestase. Pero la molestaba. Vaya que la molestaba.-Tengo que hacerlo yo sola -dijo.
-No es momento para el orgullo. No puedes enfrentarte a una batalla cómo está con un sueldo de profesora. Si has sido una idiota al permitir que Will se librará de ti sin darte un centavo, no significa que debas rechazar mi dinero.-No quería nada de Will. Salí del matrimonio exactamente con lo que entre. Tres mil dólares.
-No hablaremos de los derechos de la mujer y de que tú también ganaste algo en ocho años de matrimonio. El caso es que soy tu hermano y quiero ayudarte.
-No con dinero. Talvez sea orgullo, pero tengo que hacerlo sola. Estoy pluriempleada.-¿En qué vendiendo tuperwares? ¿Enseñándoles a los niños la batalla de Nueva Orleans? ¿En prostitución? Madison sirvió más vino para los dos y río de verdad por primera vez desde hacia dos semanas.
-Es cierto.
-¿Vendes tuperwares?- Tyler lo pensó un momento-. ¿Sigue habiendo esos pequeños trastes de cereales con tapa?-Ni idea. No vendo tuperwares. - Bebió un largo trago-. En prostitución.
Maddy se levantó para encender la luz y Tyler levantó su copa. Era raro que Maddy hiciese un chiste, asi que no supo si reír o no. Decidió que no.
-Crei que habías dicho que el sexo no te interesaba.
-A mi no, almenos de momento. Ganó un dólar al minuto por una llamada de siete minutos, diez dólares si el que llama es habitual. La mayoría de los míos lo son. Recibo una media de veinte llamadas por noche tres días a la semana, más veinticinco o treinta los fines de semana. Eso supone más o menos unos novecientos dólares a la semana.-Caray. -Lo primero que pensó fue que su hermana tenía mucha más energía de lo que creía. Los segundo, que era una broma para que no se metiera en sus asuntos.
Tyler la miró a la dura luz fluorescente. Nada en sus ojos indicaba que estuviera bromeando. Pero reconoció aquella mirada de autosatisfaccion. Era la misma que tenía cuando a los doce años Maddy había vendido cinco cajas más que el de galletas para su campamento.-Caaray -repitio, y encendió otro cigarrillo.
-¿Ahora es cuando me toca una lección de moralidad, Tyjo?
-No. -Se llevó la copa a los labios y le costó tragar el sorbo. No estaba seguro de cómo considerar el tema moralmente, aún no-. Lo estoy asimilando. ¿Hablas enserio?
-Totalmente.
Por supuesto. Madison siempre hablaba enserio. Veinte cada noche, pensó y apartó la idea.
-No habrá lección de moralidad, pero te daré una de sentido común. Por amor de Dios, Madison ¿Sabes que clase de degenerados y locos andan por ahí? Hasta yo lo se, y eso que en los últimos seis meses no he tenido una cita que no fuera de negocios. Y no solo es cuestión de quedar embarazada, sino de pescar algo que no podrás tener en tus rodillas cuando pasen nueve meses. Me parece una estupidez, Madison, una estupidez peligrosa. Vas a dejarlo ahora mismo o. . .
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Atrapado
FanfictionTyler necesitara ayuda para sacar a la luz a un asesino cuyo afán de matar no se detiene ante nada y ante nadie