Capítulo XI

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No sabían si reír, llorar, o simplemente quedarse ahí como estatuas recién colocadas en el edifico. ¿Wade? ¿El chico que se presentó como el novio de Peter? Bueno, Tony ya lo había investigado, pero, al parecer hizo mal sus investigaciones, porque en ningún momento decía que Wade Wilson es un maldito mercenario con traje rojo con negro y katanas con pistolas. ¿Cómo se suponía que debían reaccionar? ¿Golpear a Peter? ¿Decirle que cambie? Un momento, ellos no tienen ningún derecho de golpearlo o decirle lo qué hay que hacer con su vida, es totalmente su decisión, así que no había porque intervenir.

— No. Sé lo que estas pensando y no, no tenia ni idea que Wade era un mercenario por las noches —dijo el chico antes de dejar a hablar a Tony o Steve.

— Chico, aquí las deducciones las hago yo —dijo Tony saliendo de su traje y acercándoseles.

— Calmado Sherlock —dijo Wade haciendo reír a todos menos al mencionado.

— Tú —lo apuntó con el dedo índice—, silencio mercenario de pijama roja con negro —y guardó silencio ante el gran Tony Stark—. ¿Te ha hecho daño anteriormente?

— No —Peter le tuvo que mentir al gran Stark—. Papá, créeme, hace cosas buenas como nosotros, salva a las personas buenas de personas malas. ¿Por qué crees que estábamos luchando contra un tipo con problemas mentales?

Tony solo apretaba la mandíbula repetidamente. No sabía que decir.

— Tony, hay que irnos ya, es demasiado tarde, si van a discutir algo, discútanlo en la mañana —menciona Steve.

Tony solo se voltea y se mete a su traje volando a velocidad máxima hacia la base, ¿Estaba... enojado? Tony Stark está enojado porque Peter que no es nada de él, sale con un mercenario, se sabe que no es el fin del mundo para nadie, pero, ¿Por qué estaba enojado?

— Genial, se olvidó de nosotros —trato de contactar a Tony mediante su inter-comunicador. Nada. Lo apagó.

— Vámonos caminando, no creo que quieran negarle un taxi al gran capitán america —comentó Wade.

— ¿Siempre haces chistes en momentos malos? —pregunta el capitán haciendo una mueca de disgusto.

— Es mi don mi maldición, Capi —se levantó para colocarse de nuevo su máscara.

— Wade, agárrate de mi —le menciono Peter a Wade para viajar mediante sus telarañas a la base.

— Claro, nos vemos, Capi —le hizo un gesto con sus dos dedos en su cien despidiéndose de él.

— Peter, como me dejes aquí, te la verás con tu padre —Peter no se preocupaba, tomó a Wade y se fue a lo más alto de otros edificios—. ¡Peter Parker!

Y ahí se quedó el Capitán, gritando y pensando en cómo bajaría de ese edificio, tenía que llamar a Sam. Era demasiado alto, demasiado.

— Peter, ¿Adónde vamos? —preguntó Wade agarrado de Peter.

— Te colocaré en un edifico con una hamaca de telaraña, créeme no te pasará nada, solo voy a arreglar las cosas con Tony. En menos de diez minutos vuelvo, si no vuelvo —le dió su lanzador de la mano izquierda—, úsalo para bajar de aquí y ve a la base, significa que algo malo ha pasado.

— Peter, no te vayas, mañana puedes arreglar las cosas con Tony —trató de detenerlo ya con la hamaca hecha en menos de un segundo. Peter se quitó la máscara para hablar y ver a Wade mejor. El mayor hizo lo mismo.

— Wade, no entiendo porque mi padre se enojó conmigo ¿Me acepta que soy gay pero no que estoy con un mercenario que hace cosas buenas? Es un poco contradictorio lo de gay y mercenario bueno. Necesito ir a arreglar las cosas con él, saber el porqué de su enojo repentino —dijo Peter sentado en la orilla de la hamaca con su máscara en la mano.

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