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Capítulo XIII

Un mes después de lo sucedido con Tony, su recuperación fue lenta pero segura, lo mantuvieron hidratado y no fue hasta hoy que salió de estar en cama, buenas noticias para todos incluso para el preocupado Peter —que después de la mala noticia, se despertó y tuvo que ir a buscar a Wade en la hamaca suspendida en el aire— el cual también su pareja actual, Wade, se preocupó por la salud de Tony, cuando le dijeron que Tony estaba grave en el hospital de la base le llevó una chimichanga como regalo, un regalo un tanto extraño para todos, pero al momento en el que Tony lo probó, se le olvidaron los problemas que tenía con Peter y con él. Se sentía como nuevo, era un sabor único e inigualable.

Peter y Wade siguieron con sus clases normales, los exámenes se acercaban y no tenían de otra que estudiar todos los días juntos; bueno en realidad Wade era el que necesitaba ayuda, ya que Peter se sabía todo de memoria. Y en un día se acercaba el baile de graduación. Y si, tuvo que ir a comprar un traje.

— ¿Por qué tengo que venir a comprar un traje contigo? —pregunta Steve manejando el deportivo de Tony.

— Porque..., Tony no está en perfecto estado, así que como el es mi papá, y tú también serás mi papá —Steve abrió mucho los ojos en esa oración—, así que tú me acompañas como mi segundo padre.

— ¿Perdona? —pregunta Steve parando el deportivo en seco—. No soy la pareja de Tony y no seré tu segundo padre, eso lo discutiré con Tony en un futuro, por ahora, solo soy Steve.

— Uy, perdón, ídolo nacional —Steve continuó el camino hacia la tienda de trajes.

Llegaron a la respectiva tienda, los dos se bajaron del Audi. Traje, más traje, más traje, uno que otro smoking a ver cuál le gustaba al chico, después su respectiva corbata.

— Mejor smoking —dijo el castaño a lo que el rubio solo rodó los ojos—. Dios, te pareces a Tony, son tal para cual.

Steve colocó cara de seriedad con un toque de enojo y el chico se volvió a quitar el traje para colocarse un smoking, Steve solo colocó sus dos manos en la cara y comenzó a deslizarse por el sillón café en el que estaba sentado, de tanta desesperación.

— Creo que este es el definitivo —traía su smoking perfectamente medido a sus tallas de la cintura, hombros e incluso sus muñecas, se abotonó y para él, se veía bien, se veía mejor que con un traje simple—. Me lo llevo, cárguelo a la cuenta de Tony Stark.

Se quitó el smoking y se lo entregaron en una bolsa negra con letras doradas llamativas como el emblema de la tienda. De camino a la base, compró dos mancuernas para su camisa o si acaso en un futuro usarlas, aunque lo duda ya que no sale más que para defender a la ciudad del crimen.

Después de ir a comprar las cosas para el baile de graduación, Steve y Peter decidieron ir a comer, una comida tranquila y en paz, sin mucho ruido en ese restaurante de comida rápida, específicamente de hamburguesas, Peter pidió su hamburguesa típica de doble carne y Steve solo pidió una ensalada, según él "hay que estar en forma". ¡Patrañas! Hay que comer lo que el estómago pida, o al menos eso es lo que piensa Peter.

Regresaron a la base y a Tony le llevaron una hamburguesa sencilla con extra de papas fritas, prefería mil veces más las papas que la hamburguesa, si había una manera de consentir a Tony era con papas fritas. Tony fue muy agradecido que le compraran comida y un muñequito edición especial de él en el restaurante de hamburguesas. Hay que especificar que a Peter le gusta las hamburguesas de McDonald's desde que tiene memoria, le encantaban los muñequitos que daban ahí.

Peter le mandó un mensaje a Wade si estaba listo para mañana en la noche con su baile de graduación. Él le respondió con muchos emojis rojos que parecía cupido con tantos corazones en un solo mensaje.

•

Ya era la hora de ir a recoger a Peter a su super casa donde se encontraban los vengadores. Peter se colocó su smoking al igual que Wade y se sentó en el sillón de la entrada.

— Vaya, Peter que galán —dijo Sam entrando de repente a la sala de estar. El chico solo sonrió de lado pensando para quien se vestía tan bien— ¿A quién esperas?

— Gracias, Sam. Estoy esperando a Wade —se le iluminaron los ojos al mencionarlo.

— Suerte en tu noche, Peter. —Peter asintió como un Gracias y en eso entra Steve y Tony.

— Hola, Tony. Hola Steve. —se sentaron en frente suyo.

— Prométeme que no vas a arruinar tu noche peleándote con malvados que quieran destruir Nueva York —dijo Tony.

— No —sonrió— Te lo prometo.

En eso llega el auto de Wade al camino de cemento que tienen afuera del ventanal de la sala.

— Y cuídate —le lanza un sobre de condón.

— ¡Steve! —dijeron Tony y Peter al mismo tiempo.

Peter solo se paró y lo agarró, tomó su mochila y salió por la puerta de cristal. Se dirigió al auto y se subió despidiéndose con un abrazo de Tony y Steve. Wade solo los saludó desde el auto.

Se dirigieron al baile de graduación en el colegio más grande de Queens. Se estacionó en el último lugar vacante y se bajaron los dos, fueron caminando en silencio hasta la puerta donde había un cartel arriba con letra gigantes y que traía como lema "Bienvenidos al gran baile de graduación".

Entraron y vieron a todos sus compañeros a punto de graduarse con vestidos largos, otros cortos, otros con traje y smoking. En las mesas había ponche con varias frituras para agarrar a un lado. Se escuchaba la buena música en el fondo de todo el gimnasio.

— ¿Qué buena fiesta se puso aquí no? —pregunta Wade acomodándose las mancuernas nervioso.

— La verdad sí, hay mucha gente. No pensé que hubiese tanta en nuestra generación —menciona Peter.

Su sentido arácnido se activó, pero no sabía por donde venía el ataque. Y le cae un pedazo de papel tipo china del techo, vaya, falsa alarma.

Y de repente en la esquina del gimnasio se rompe en pedazos, todos comienzan a gritar y a moverse para atrás.

— Wade, tenemos problemas en el paraíso.