Sexy Demonio

Capítulo Piloto

Era de noche en la Ciudad de Magnolia cuando una joven pelirroja decidió terminar con su aburrimiento, ese día estaba destinado a tener una pijamada con sus queridas amigas, sin embargo, por diversas razones ella había terminado sola con un montón de dulces y un montón de películas rentadas, además de muchas disculpas por parte de aquellas chicas, no obstante, no podía culparlas, pues ella las quería mucho y las comprendía.

Tomó un largo sorbo de su bebida, puso en marcha el reproductor y pronto tuvo en la pantalla la primera película de terror de la noche.

Pasada de la medianoche apagó su televisor y aún aburrida decidió buscar en su teléfono algo que la entretuviera, pasó varias páginas que no le llamaron la atención y, cuando se iba a dar por vencida, encontró un artículo muy interesante que le llamó la atención.

Rápidamente buscó todo lo que el artículo le decía que tuviese a la mano y se dispuso a seguir cada instrucción a la vez que observaba atentamente lo que aquel artículo decía.

Formó un pentagrama, puso velas y las encendió, tomó una vieja muñeca y le virtió un poco de su sangre, puso un salero a su lado por si acaso y se dispuso a recitar lo que aquella lectura le indicaba, sin embargo, aquello estaba en latín por lo que la pobre de Erza no podía leerlo como era debido y, al terminar ella espero un momento pero nada paso.

Tomó la muñeca y la movió de un lado a otro, luego le clavó un alfiler y nada paso, así que decepcionada se acostó en el suelo observando el artículo y debatiendo si debía volver a intentarlo o dejarlo por la paz; realmente su noche no era como ella deseaba, pero no podía hacer nada, suspiró cansada y se disponía a levantarse, cuando, las velas se apagaron por si solas, ella no le prestó mucha importancia, no obstante, el aire comenzó a ponerse helado, sintió que el suelo bajo ella comenzaba a temblar y después..., un peso se sintió sobre ella a la vez que algo presionaba sus labios salvajemente sin poder mover ni un músculo, dejándola muda y a merced de lo que fuese que estuviese sobre ella quien trataba de luchar sin poder hacer nada.

Fueron unos largos segundos que parecieron una eternidad para aquella pelirroja, la cual comenzaba a desear un mayor toque que solo aquel fogoso beso, creyendo que estaba soñando, sin embargo, las velas volvieron a encenderse y frente a ella se encontraba un apuesto hombre sin camisa, con lo que parecía ser una especie de crucificó en el cuello, una sonrisa endemoniadamente encantadora y unos largos cuernos que sobresalían de su cabeza.

Erza evitó gritar lo más posible a la vez que se daba cuenta de su vestimenta y trataba de ocultarse ya que traía unos shorts ceñidos al cuerpo y una blusa muy reveladora que usaba como pijama, a la vez que aquel hombre se acercaba a su oído y seximente decía:-así que tú eres mi contratista, eres hermosa-, poniendo a la chica violentamente roja y respondiendo a su vez con violencia golpeando a aquel ser con su monstruosa fuerza mientras se levantaba y exclamaba:-¿Quién te crees que eres?-, dando con esto inició a aquel accidentado encuentro y comenzando a mover las ruedas del destino.