1. El DOLOR

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Perdida, eso es, me siento perdida…

VACÍA  

Sin ganas de más

 Pero… ¿qué puedo hacer? Él se ha ido y me ha dejado sola con este infierno que quema en mi interior, ¿POR QUÉ?  Porque lo has hecho, prometiste no dejarme nunca y ahora te has ido y

¿Yo con que me he quedado?

Con tus recuerdos, con los recuerdos de los momentos que hemos pasado juntos,  me lo prometiste

LO PROMETISTE, ¡MALDITA SEA!

Me miraba al espejo, mis ojos rojos e hinchados estaban mirándome fijamente, sin vida…vacíos… mientras mi mente seguía recordando sus palabras, sus promesas, los momentos que pasamos juntos, sus hermosos ojos color ámbar mirándome a los ojos….

-Lo prometiste – dije en un susurro casi inaudible  con los ojos empapados de lágrimas. Me encontraba sentada recostada por la cama frente al espejo.

Hoy había sido el día más surrealista que había tenido en la vida, todavía no podía creerlo, esto en serio seguía pareciendo un sueño, es como si fuera que nunca hubiera despertado esta mañana y seguía viviendo un sueño que parecía muy real, pero no, no tengo tanta suerte, esto no era un sueño y si había despertado esta mañana, ¿para qué? Para ir al funeral de mi mejor amigo, el amor de mi vida, mi más, mi todo, mi amor.

Trataba de parar las lágrimas pero simplemente no podía, seguían saliendo a borbotones de mis ojos, con sollozos convulsivos como nunca, era la primera vez en años que lloraba así.

-¿Dylan? – escuche a mi madre decir en la puerta.

Limpiándome los ojos la mire - ¿Qué sucede? – dije levantándome del suelo.

-Ha llegado Isaac- dijo mirándome con preocupación en los ojos.

-¿Isaac? – dije sorprendida y salí corriendo de mi habitación, bajando las escaleras tan rápido que fue un milagro que no haya rodado por ellas.

-¡ISAAC! – grité corriendo a abrazarlo.

-Lany – dijo tristemente apretándome con fuerzas a él.

- Oh Isaac, ¿porque lo hizo? ¿Porque, Isaac? – dije entre sollozos.

-No te lo puedo decir Dylan, si lo supiera te lo diría, pero no lo sé Lany, no lo sé- dijo.

-Pero estaba bien, estábamos bien- dije- el no menciono ningún problema, se veía feliz, yo creí que lo era.

- No podemos saberlo, tal vez se lo traía desde hace un rato, pero no debemos juzgarlo – dijo tratando de tranquilizarme.

- Lo amó tanto, lo voy a amar siempre Isaac – dije, apenas entendible por los sollozos.

-Tienes que ser fuerte Dylan – dijo mientras me llevaba hacia el sofá.

- ¿Cómo voy a soportarlo?, no voy a poder  – dije.

- Shh… eres fuerte, vas a poder, no digas eso.

- Me ha dejado sola, rompió su promesa, dijo que nunca me dejaría, lo prometió – dije, quebrándome nuevamente.

-No estás sola, no puedes pensar eso, me tienes a mí, tienes a tu familia, el no querría que tú te sintieras así Lany – dijo balanceándome lentamente tratando de tranquilizarme – Trata de tranquilizarte, si?

Respire varias veces profundamente tratando de calmar los sollozos y las lágrimas.

Lo miré – ¿Cuándo llegaste? - dije.

-Hace como dos horas- dijo sonriéndome tranquilamente.

-oh -dije mirando hacia ms manos -Fue horrible verlo ahí, sabes? Simplemente no parecía real.

-Lo sé, yo tampoco puedo creerlo todavía, no lo creí cuando recibí la llamada de la señora Lucy –dijo luciendo aturdido.

-Quisiera no haber despertado esta mañana – dije sintiendo las lágrimas ceder nuevamente.

-Lany, por favor, deja de decir esas cosas –me dijo abrazándome nuevamente.

 -No puedo soportarlo Isaac, simplemente no puedo – dije dejando las lágrimas ceder.

Isaac solo me apretó más cerca de él, éramos mejores amigos desde el primer día de clases de la secundaria, conocimos a Dimitri una semana después en el baile de bienvenida, habíamos sido amigos desde entonces, pero luego de un año, las cosas cambiaron entre Dimitri y yo, fuimos acercándonos más, con una vista no solo ya como amigos, hasta que Dim me invito a nuestra primera cita, desde entonces habíamos salido, ya no como solo amigos.

Dim era lo mejor que me puedo pasar en el último año, es –era– todo para mí y ahora se había ido.

Lo encontraron colgando del árbol que estaba en su patio trasero, sin una carta de despedida, sin siquiera dejar pistas de porque lo había hecho.

-Hey Lany!, ¿estás bien? -escuche decir a Isaac al lado mío, alejándome de mis pensamientos.

-Sí, sí solo estaba recordando –dije tratando de sonreír pero creo que solo fue una mueca

-Nos quedan buenos recuerdos de Dim, no? –dijo sonriendo débilmente.

-Sí, los mejores, nadie podría superarlo –dije soltando una risita seca.

- Claro, era el mejor contando chistes- dijo bromeando.

Le concedí mi mejor sonrisa fingida –Isaac, gracias por venir, te lo agradezco en serio pero, necesito estar sola, por favor- dije con una mueca.

El asintió y se levantó –Esta bien Lany, te voy a dejar descansa pero prométeme que te sacaras esas ideas de la cabeza, no estás sola ¿me entiendes?

-Lo hare, gracias Isasi! –Le dije y lo abrace.

Lo acompañe hasta la puerta y me quede ahí hasta que vi desaparecer su silueta en la oscuridad de la noche, me despedí de mamá que se encontraba tomando un té en la cocina y luego subí a mi habitación apenas logre cerrar antes de volver a derrumbarme en el piso tratando de soportar el dolor.

Mata mi dolor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora