9. ¡SORPRESA!

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-¿Adónde vamos, Etienne? – Volví a preguntar, ya era la quinta vez que lo hacía y el sólo me ignoraba tatareando la canción que sonaba en la radio. –Etienne, has estado conduciendo por un rato, esta venda que me pusiste es irritante y te aviso que cuando por fin me baje de este auto, te pateare tan fuerte que lamentaras haber estado ignorándome.

Ya me estaba irritando, había ido a búscame a mi casa como hace media hora y cuando salimos me dijo que me tenía que vendar los ojos, era realmente exasperante, sabía perfectamente como odiaba estas cosas

 –Etienne –Volví a decir sonando más irritada.

-Ya Dylan, cálmate que casi llegamos –Dijo sonando contento por alguna razón.

-¿Qué es lo que tramas? –Pregunte –Si planeas secuestrarme, tienes que saber que Isaac iba a ir a mi casa para el almuerzo y mi madre sabe que fuiste tú el que me saco de casa, así que deberías preferir no correr ese riesgo –Seguí divagando sobre lo que sea que planeaba pero el solo se limitaba a reírse de lo que decía, en serio me estaba molestando, hasta que por fin detuvo el auto.

-Ya llegamos, ahora permíteme ayudarte a salir de ahí –dijo después de un rato al abrir la puerta del lado del pasajero.  Caminamos unos cuantos pasos con Etienne guiándome desde atrás con sus manos en mis hombros.

Escuche una puerta abrirse, entonces Etienne desato la venda que llevaba en los ojos…

-¡SORPRESA! – Gritaron todos los que estaban en la habitación. Y luego sentí los brazos de Etienne rodeándome en un abrazo desde atrás.

-Felicidades otra vez, Pequeño Hobbit –Me dijo y podía escuchar la sonrisa en su voz.  Estaba tan sorprendida que ni siquiera me afecto que me volviera a llamar por ese horrible apodo.

Solo seguí mirando al frente con la boca abierta casi tocando el piso, entonces…. empecé a reír, una risa algo histérica diría yo. ¡Esa si fue una sorpresa!

-Feliz cumpleaños, Lany –Isaac había saltado encima mío con un gran abrazo, de esos que apenas te dejan respirar.

-Oh chicos, ¿qué es todo esto? –Dije al borde de las lágrimas – ¿Esto era lo que estaban preparando toda la semana? –Pegunte mirándolos.

-Sí, te dije te gustara ¿no es así? –Pregunto Etienne sonriéndome.

-Es perfecto, Gracias –Dije abrazándolos a los dos –Nunca nadie me había preparado una fiesta sorpresa antes, son los mejores.

-Eso ya lo sabemos, Lany –Dijo Isaac riendo –pero hay algo más. –Se corrió un poco para que pudiera ver detrás de él.

-GINNY –Grite y me lance hacia ella –Oh, Ginny –Ahora si estaba llorando.

-Feliz cumpleaños, Dylan –Dijo abrazándome fuerte y balanceándose un poco.

Unos minutos después cuando al fin pude calmarme, pregunte:

-¿Cuándo has llegado?, ¿Cómo... –Dije, pero me corto.

-Isaac y Etienne lo hicieron –Dijo sonriendo hacia a ellos.

-¿Así que por eso han estado desapareciendo tanto? –Pegunte risueña. Los quería tanto.

-¡Ajam! –Dijo Etienne divertido –Ahora Dylan, hay que aprovecharnos de todo esto. –Sonreí, estaba totalmente de acuerdo.

Habían invitado a mis compañeros de la academia de danza, y estaban algunos alumnos del instituto también. No pude evitar pensar que solo faltaba Dim para que esta fiesta esté completa, pero no quería llevar mis pensamientos ahí.

Luego de comer casi todo lo que habían traído nos pusimos a bailar, Isaac fue el primero en tomar delantera e invito a Ginny a bailar, “Estos dos se traen algo” pensé mirándolos ir hacia la pista improvisada, mientras yo solo seguía mirándolos bailar resistiéndome ante las peticiones Etienne.

-Vamos Dylan, estas aquí para divertirte, no para sospechar que se trae Isaac con tu amiga –Me decía Etienne casi haciendo pucheros porque seguía rechazándolo.

- Ok, ya basta, vamos a bailar – Dije resignada, ya me estaban hartando sus ruegos, me agarro de la mano y me llevo a la pista sonriéndome, su sonrisa era tan contagiosa que no pude evitar sonreír también.

Bailamos, reímos, gritamos, comimos y bebimos hasta casi la medianoche cuando Etienne hizo cesar la música y dijo con voz ceremoniosa:

-Y  ahora el pastel –Me gire y vi a  Ginny con un gran pastel de chocolate, me acerque y leí en voz alta la dedicatoria que tenía:

-“Feliz 18 cumpleaños, Pequeño Hobbit” –Me gire hacia Etienne – Tu si sabes arruinar un pastel –Dije fulminándole con la mirada.

 –Pero me encanta –dije y sonreí  hacia Ginny.

-Por supuesto que te gusta, fue mi idea –Dijo el con su sonrisa de marca registrada. Lo ignore.

Todos  empezaron a cantar y cuando llego la parte de decir el nombre todos dijeron mi nuevo reconocido apodo “HOBBIT”. Cuando mire hacia Etienne estaba sonriendo y se encogió de hombros.  “Lleva la idiotez en la sangre” pensé, pero debía admitir –De mala gana- que lo quería mucho,  igual que a Isaac y a Ginny.

Después de comer abundante pastel de chocolate como para que nos convirtamos en diabéticos, empezaron a irse todos los invitados. Cuando solo quedábamos los cuatros salte al cuello de Isaac.

-Oh Isaac, muchísimas gracias por todo esto –Dije besándolo en la mejilla –Y a ti también Etienne y a ti Ginny por venir – Dije y la abrace.

-No me lo perdería, Dylan –dijo sonriéndome –Lastima que tenga que volver esta misma noche, he dejado muchas cosas pendientes.

-Lo importante es que has podido venir –Dije abrazándola de nuevo – te he echado de menos.

-Sí, yo también. Me alegra que estés bien, Dylan –Dijo con una sonrisa triste.

-No te preocupes, estoy bien con todo esto y estos dos también son de mucha ayuda –Dije sonriendo hacia mis dos mejores amigos.

                                                                             ********

De camino a casa seguimos bromeando y riendo, hasta que llegamos.

-Fue un día muy lindo, chicos, no me lo esperaba para nada, se lo agradezco tanto –Dije cuando me baje del auto.

-Me alegra que  te hayas divertido, Lany –Dijo Isaac sonriéndome desde la ventanilla del pasajero.

- Y a mí – Grito Etienne desde detrás del volante.

-Ginny, te voy a extrañar mucho, vuelve pronto –dije abrazándola a través de la ventanilla.

-Claro, Dylan –dijo sonriéndome – Hasta pronto.

-Hasta pronto – Dije – Y nos vemos el lunes, chicos.

-Adiós, Hobbit –Grito Etienne y arranco hacia la noche dejándome con mi respuesta en la punta de la lengua viendo la luz de los faros desaparecer en la distancia.

 - Adiós, Idiota –Dije hablandole a la noche.

Mata mi dolor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora