Mata mi dolor.

20. Por favor...

Fingir que todo estaba bien cada día no se hacía más fácil. Estando con mis amigos podía olvidar por un rato todo lo que pasaba pero no era suficiente. Estando con Etienne todo parecía fácil, pero tengo que hacer esto.

No es como si no quisiera a mi bebé, porque desde que confirme que estaba embarazada siento emoción y amor por él, solo que la mayoría del tiempo es arroyada por la circunstancias. Todo sería más fácil si Dim seguía aquí.

Pero creo que es como tenía que ser, porque con Dim aquí tal vez no hubiera conocido a Etienne…

Aunque todo con él se arruinaría ahora.

Y para agregar un poco más a la bolsa esta mi padre que desde ese sábado por la noche actúa como si no tuviera una hija. Aunque sé que con el tiempo se le pasara todavía siento puntadas en el corazón cada vez que pienso en su reacción.

Es por eso que debo hacer esto, no puedo tener a mi hijo o hija en el lugar en donde todos lo mirarían con simpatía y pena porque sabrán que había sucedido con su padre, no quería eso para ninguno. Solo haría las cosas más difíciles con mi plan de seguir adelante.

Tenía que hacerlo y nadie me detendría.

Me fije en la cara de Ginny mientras esperábamos, la preocupación estaba reflejada en ella, su pierna no dejaba de rebotar  y eso no estaba ayudando a mantenerme relajada.

-Ginny por favor, puedes quedarte quieta –Dije lo más suave posible, no quería que supiera que estaba tan nerviosa como ella.

-No, no puedo Dylan –Dijo mirándome –Esto es estúpido, todavía no puedo creer porque te dije que te ayudaría.

-Si no quieres puedes irte –Dije encogiéndome de hombros fingiendo estar despreocupada.

-Realmente estás loca, Dylan –dijo mirándome enojada con los ojos abiertos como plato –No puedes hacer esto, sabes que nos tienes y todo estará bien si…

-No –Dije cortándola negando constantemente con la cabeza–No quiero, es lo mejor y no me vas a detener ni con esa cara, ni aunque ruegues, no.

-Está bien –Dijo mirándome triste ahora –Pero dijiste que le dirías a tu madre y a Isaac.

-Dije tal vez. Les diré después –No quería pensar en eso ahora.

-¿Y a Etienne? –Pregunto haciendo una mueca.

-También –mi voz rompiéndose al final.

-Dylan… -Comenzó.

-No –dije contándola.

Vi a Ginny mirando la hora en su celular y volver a guardarlo.

-Está bien. Vuelvo enseguida –Dijo levantándose –Necesito ir al baño.

La mire caminando por el pasillo, escuchando los altavoces resonando desde las paredes. Había mucha gente, aunque no me sorprendía.

No quería quedarme sola, pero tampoco quería ir con ella. Me ponía más nerviosa con su preocupación. Me levante y camine enfrente de la fila de asiento en donde estábamos esperando.

Tengo hacerlo, podía hacerlo. Ginny me ayudaría.

Me repetía como un mantra para no pensar en lo demás. Estaba de acuerdo con que esto era una locura pero no se me ocurría nada mejor. No quería a mis amigos y a mamá siempre encima mío por el embarazo, quería que mi Padre me perdone y sobre todo no quería a Etienne metido en esto. Ojala me perdonen…

Escuchaba lo que decían los altavoces con atención, para escuchar cuando nos llamaran.

Salimos temprano de casa para que nadie nos viera, llegamos horas antes  y todavía faltaba como media hora más de espera. Pase mis manos por mi cabello suelto.