Capítulo 1

6.8K 232 11
                                    

Estaba harta de ir de fiesta en fiesta, pero madre me obligaba ya que quiere que encuentre a un hombre con el que compartir el resto de mi vida, aunque no quiero encontrar uno, no de momento. Mi mayor sueño es viajar a otras ciudades y conocer otro mundo por mucho que esté mal visto que una mujer viaje sola, pero realmente no me importa lo que piense la sociedad de mí, es mi sueño y lo cumpliré.

-Lina, hoy hay una fiesta que harán los Shiredoven y estamos invitadas- dijo madre en tan solo abrir la puerta de mi habitación.

-No quiero ir madre- dije mientras me cepillaba el cabello frente al espejo.

-Si irás, ya sabes, son todo  oportunidades- dijo.

-Madre no quiero a un hombre. Además, hablas como si te molestara mi presencia en esta casa y quieres  que me vaya ya de alguna manera- dije cansada de la misma conversación- Aunque iré para complacerte.

-Bien- murmuró contenta- Pero que sepas que tu presencia nunca sería un estorbo en esta casa, solo que también me gustaría verte junto a un marido que te ame y cuide y sobretodo viváis felices.

-¿De qué estáis hablando?- interrumpió mi hermana menor, Aylana.

-De la fiesta de esta noche- respondió madre.

-Será una de las mejores fiestas a las que hayamos asistido- dijo.

-¿Irá Jay?- pregunté riéndome de Aylana.

-No lo sé, pero eso espero- respondió.

-Espero que no hagas nada raro con Jay que haga que tu nombre sea manchado- dijo madre riéndose también.

-Madre, ¿por quién me has tomado?- las mejillas de mi hermana se tornaron de un color rojizo.

-No te preocupes Aylana, a mamá solo le preocupa lo que pueda pensar la gente, pero eso es de lo de menos- odiaba tanto esta sociedad en la que vivíamos.

Madre me lanzó una mirada furiosa, ya que no le gusta que piense así, pero son mis pensamientos y no se pueden evitar.

Esperé a que salieran para acercarme a mi lecho y coger el libro que estaba leyendo.

Leer era una me mis otras pasiones, los libros son la mejor invención. Cuando empiezo a leer me meto tanto en el personaje y en el libro en sí, que es como si viviera yo esos momentos tan fantásticos. Me olvido del exterior y me formo una especie de envoltura imaginaria que nadie puede romper para no interrumpir mi lectura.

                             * * *

Ya era hora de ir a la no deseada fiesta y el carruaje nos esperaba en la puerta.

Me examiné por última vez frente el espejo y me gustaba mi aspecto.

Llevaba un vestido rosa dorado, que por arriba era ajustado rodeado de encaje y de pedrería y por abajo quedaba suelto. No me quise poner volante ya que era muy pesado para mí. Mi cabello lo dejé suelto pero con perfectas ondulaciones.

El viaje en el carruaje fue incómodo porque el corsé me apretaba y el carruaje se movía mucho, pero más incómodo será estar en aquella maldita fiesta rodeada de personas poco amigables.

Al llegar, quedé impresionada con la decoración y todo en general, era muy elegante pero contrastaba con la casa. Tenía razón Aylana, será una de las mejores fiestas a las que hayamos asistido.

Me encontraba parada sola frente a una mesa, ya que Aylana se fue a bailar con Jay y madre estaba con unas amigas, las cuales no me agradaban por eso tampoco quería acercarme. Aunque era yo quien no me lo quería pasar bien ya que muchos chicos me cortejaban pero los rechazaba; no me apetece bailar ni mantener una conversación con nadie.

Salí a la terraza a tomar el aire, eso era agobiante entre tanta gente.

Visualicé a una pareja escondida en el bosque, que se besaban, reían, se volvían a besar. Se les notaba que estaban muy enamorados.

Sonreí ante aquella imagen ya que me parecía super bonito verlos felices.

Supongo que amar es una sensación muy bonita que sientes, pero según mis libros, siempre sufres por ello, sobretodo en el primer amor, que en este caso ya no sería una sensación bonita.

Por una parte me da miedo enamorarme y acabar sufriendo por la persona y no me gustaría porque soy una persona que no sabría llevar las riendas del sufrimiento.

-Se ven muy bien, ¿No?- escuché una voz varonil detrás de mí.

Me giré y me encontré con un chico muy atractivo que se paró a mi lado apoyando sus brazos en el muro de la terraza.

-Si- respondí aun mirando a aquella preciosa pareja.

-¿Eres de la familia Fricon?- preguntó el desconocido chico seriamente.

-Emm...si- respondí frunciendo el ceño.

-Mmm...- miró enfrente- ¿Cómo te llamas?

-¿Por qué me estas cues...- me interrumpió.

-Solo dímelo- dijo.

-Lina- respondí volviendo enfrente- ¿Y usted?

-Byron.

-¿Y tu apellido?- me atreví a seguir preguntando.

-Chamberlian- respondió.

-Conozco a tu familia pero no sabía que tenían a un hijo.

-Pues si que lo tienen- dijo- Oye, me has gustado, ¿Podré volver a verte otra vez?

Me sonrojé.

-No creo.

-La próxima semana, los Dickenson darán una fiesta, espero que estés presente- me sonrió descaradamente.

-No sé si iré- dije esperando que fuera así, pero eso no está en mis manos.

-Vuelvo a decir, espero que estés allí- dijo con una sonrisa y se adentro en la fiesta.

¡Qué raro todo! ¿Le habré gustado de verdad? Todos los chicos que se fijan en mí, no lo hacen con buenas intenciones.

Menuda noche he tenido. En realidad no quería volver a encontrarme con él, soy muy novata en todo este tema de hombres y no sé estar con uno.

Lady LinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora