Lady Lina

Capítulo 30

-En el Palacio real se celebrará una fiesta a la que todos los nobles están invitados- explicó madre.

-¿Y cuándo es?- pregunté.

-Hoy al atardecer- respondió.

Tengo muy decidido que quiero asistir para demostrar a la gente que, que te den plantón en el altar no es fin de una dama para dejar de ir a fiestas o tener a otro hombre.
Sé que hablarán mucho de mí, sobretodo después de mí fuga a Francia y volver con un hombre, pero me da igual lo que digan porque nunca dirán algo bueno tampoco.

-Yo asistiré- dije segura- Y tú también- miré a Chris.

-Está bien cariño, nunca hay un fin después de lo que te ha pasado- me dijo madre dulcemente.

-Claro que no- dije.

-También asistirán Alina y Anida junto a sus esposos- me informó.

-Eso está bien.

Madre subió a sus aposentos y yo me quedé en el salón con Chris.

-Lina, no creo que sea conveniente que asista yo a una fiesta en el palacio- me dijo este.

-¿Por qué no?

-Pues porqué como a dicho tu madre, solo gente de la nobleza y yo no lo soy.

-Nadie lo sabrá Chris, ni siquiera te conoce alguien aquí. Recuerda, eres de alta cuna en Francia- le di un beso rápido y subí a mis aposentos yo también.

Me encontraba un tanto nerviosa por asistir a esta fiesta, después de estar seis meses fuera del país y con el apodo de "la chica que la dejaron en el altar", pero no me importa mucho, yo demostraré hoy quién soy realmente.

A esta fiesta seguramente asistirá Byron y es genial para enseñarle que sin él soy muy feliz y que he pasado página.

                        *★ * ★*

Cómo me temía, al entrar fui el centro de atención. Muchas mujeres se preguntaban, "quién era mi acompañante, cómo es que está conmigo", y más cosas así que he alcanzado a oír.

Paseé mi mirada por el gran salón hasta que recayó en en rey y la reina que me miraban mientras sonreían.

-Chris ven, vamos a saludar a los reyes- nos encaminamos hasta llegar a ellos.

-Majestad- me incliné frente a ellos.

-Lady Lina, cuánto tiempo- dijo el rey.

-¿Quién es este joven y apuesto caballero?- preguntó la reina.

-El es Christian, mi prometido- lo presenté.

-Oh, qué bien. Me alegra que hayas pasado de Byron. Que por cierto, no te quita los ojos de encima- miré en dirección a la que miraba la reina.

Mi mirada de cruzó con la suya, y volví a girarme.

-Ya me da igual él- dije mostrando una sonrisa sin afecto.

-Me alegra eso y me alegra sobretodo que hayas encontrado el amor de nuevo- dijo la reina- Si queréis, podéis celebrar vuestra boda en el palacio.

-¿Enserio?- ella asintió- Gracias alteza, la verdad es que no dudaré en celebrarla aquí.

-Cuando queráis Lina. Sabes que te aprecio mucho y esto no sería nada para mí- me acarició la mejilla- Además, me gustaría que pasárais unos días aquí en el palacio, con nosotros.

-Claro, como en los viejos tiempos- sonreí.

-Exacto, y si quiere tu madre también, que hace mucho que no hablamos ella y yo como la hacíamos antes.

-Claro- dije.

-Podéis pasar la noche aquí. Después de la fiesta estaréis agotados.

Asentí contenta de poder estar unos días en el Palacio. Cuando era pequeña, solía pasar mucho tiempo aquí ya que mi padre pertenecía a la corte. Yo siempre jugaba con su hija Clara.

-¿Dónde está Clara?- pregunté por ella.

-Oh, mírala- aseñaló dónde Byron y los vi juntos mientras reían.

-Lina, siento decirte esto porque alomejor no te gustará, pero Clara y Byron están comprometidos.

En ese momento sentí como si me tiraran un balde de agua fría. ¿Cómo Clara y Byron van a estar juntos? Es muy raro todo.

-No me importa, si ellos se quieren...- dejé la frase en el aire.

-Anda niña, ve a disfrutar de la fiesta.

Cogí de la mano a Chris y lo guié a la pista de baile. Empezamos a bailar.

-Lina, no te ha gustado volver a ver a Byron verdad?- preguntó.

-No hablemos de eso- dije.

-Es solo para que te desahogues un poco porque he notado que estabas tensa- dijo.

-No te gustará oír la respuesta, así que mejor no preguntes- no sé porque estaba enfadada.

Chris paró el baile.

-¿Qué es lo que no me gustará oír? Ves Lina, no estás bien.

Caminé fuera de la sala para no montar un jaleo ahí, pero el me siguió.

Una vez fuera, en un pasillo oscuro, me paró.

-Lina, no quiero que te enfades conmigo, lo siento. Solo te preguntaba con buena intención- se disculpó.

-Déjame sola Chris, ahora no quiero hablar contigo- contení las lágrimas.

-Oye, no hagas de esto un problema que no es. Sé que no te ha gustado volver a verlo, pero...- lo interrumpí.

-Sí, lo siento, no debo enfadarme contigo es solo que...no me ha gustado volver a verlo y de solo verlo me enfado. Pero por favor, déjame un momento sola.

Este dolido, se fue dirección a la fiesta de nuevo.

Me giré frustrada conmigo mismo. No podía estar mal con Chris.

-Problemas con el prometido- oír su voz provocó una sensación extraña en mí.

Me limpié las lágrimas y me giré para verlo.

Preferí no responderle y entrar al salón, pero me agarró fuertemente del brazo y me estampó contra la pared dejándome acorralada.