Capítulo 28

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Me encontraba parada frente a la enorme puerta de nuestra casa de Londres. Estaba algo nerviosa por encontrarme de nuevo con madre, pero no por nada en especial, simplemente por el hecho de que no sé cómo se tomará madre, al verme a mí volver de otro país con un chico.

Le di una última mirada a Chris y toqué la puerta. Inmediatamente fue abierta por la ama de llaves, la cual me recibió muy amable.

Nos adentramos a la casa y guié a Chris hasta el salón.

-¿Dónde se encuentra tu madre?- me preguntó Chris.

-Ahora vendrá, he mandado a Poppy a llamarle.

En eso, se asomó una muy feliz madre por la puerta.

-Lina- gritó mi nombre y corrió a mi dirección con los ojos cristalizados.

Nos rodeamos en un cálido abrazo y hundí mi cabeza entre su cabello y su hombro.

-Madre, antes de que digas nada, te presento a Chris- lo miró con los ojos abiertos.

-Encantado de conocerla- madre alargó su mano a la que él se inclinó para depositar un beso.

-¿Quién es?- preguntó aún mirándolo.

-Es...bueno no lo entenderás, pero yo cuando viajé a Francia no fui con intención de conocer a nadie, pero lo conocí a él y no pude evitar no enamorarme.

Madre me miró muy estupefacta, lo normal, ya que si tu hija viaja a otro país para olvidarse de su prometido que la dejó en el altar, y vuelve con otro chico diciendo que está enamorada, pues personalmente reaccionaría igual, aunque ha pasado mucho tiempo.

-Pues me alegro- madre esbozó una sonrisa, o por lo menos la fingió, pero eso me alegró- ¿Y cómo dices que te llamas?

-Christian, señora, pero puede llamarme Chris- respondió sonriente.

Decidí cambiar de tema porque comenzaba a resultar un poco incómodo.

-¿Y cómo está Anida y tía Debby?

-Muy bien, de hecho, Anida ya está casada.

-¡Qué bien!- estaba muy feliz por ella.

-Y Alina espera a un bebé- dijo madre muy emocionada.

Solté un fino grito de felicidad.

-¿Enserio? ¿Qué es? ¿Y cuantos meses tiene?- pregunté.

-Un varón y tiene seis meses, prácticamente, poco después de irte quedó ella encinta.

-Quiero ir a visitarlas lo antes posible. Quiero ver cómo están.

-Alina podrás verla pronto. He quedado con ella en que mañana vendría a visitarme.

Asentí contenta.

* * *

Salí al jardín y busqué a Chris que se encontraba parado junto un árbol mientras observaba el cielo.

-¿Te encuentras bien?- lo acaricié por detrás.

-Sí- respondió.

Me paré a su lado y miré a la dirección que miraba él.

-Cuando decidiste venir conmigo, se lo comunicaste a tu madre?

-Sí, ¿Por qué preguntas?

-No, por nada, solo que me extrañó que aceptara.

-Bueno, no le quedó otra, sabía que vendría igual.

Mantenimos un momento el silencio, pero lo rompí de nuevo.

-Agradezco que hayas venido, la verdad es que no sabría que estaría haciendo si no estuvieras tú. Me he acostumbrado tanto a ti- murmuré lo último.

-Por eso mismo he venido- se giró a mirarme de frente- Yo también me he acostumbrado a ti y sinceramente, no quiero separarme de ti, así que no me quedó de otra que venir contigo.

Lo miré ilusa.

-Te quiero tanto- salió una voz muy de niña pequeña y me pegué a su brazo.

-¿Quieres ser mi prometida?

Me separé de él mirándolo con el corazón funcionando muy fuertemente.

-Pues claro- lo besé.

Claro que quería ser su prometida, estaba tan feliz.

Cogió mi cara entre sus dos manos y me dijo:

-Te amo Lina, y nunca me separaré de ti, aunque tenga que ir contigo a otra punta del mundo- me volvió a besar.

Definitivamente, era uno de mis mejores días después de tanto tiempo. Por fin podría vivir un amor real y ser feliz.

Lady LinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora