Capítulo 18

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17 de diciembre de 1862

Hoy es el gran día, no para mí, pero lo era para el resto. Hoy es el día en el que juntaría mi vida con Byron. Hoy es el día en el que cambiaré por completo.

-Por favor Anida, no apretes tanto el corsé- le dije quejándome del apreto

-Es para que se te marque mejor el cuerpo y estar bellísima en tu vestido- dijo eso y le dió un último estirón al que yo solté un chillido

-Anida- la reñí

-Vale quejona, ya está- dijo alejándose

-Madre no podías- dije obvia

-De acuerdo novia, el vestido- lo cogió y empezó a deslizarlo por mi cuerpo

Al tenerlo ya puesto, me miré al espejo y ví a una Lina totalmente preciosa

-Vaya Lina, estás preciosa- dijo lo mismo que pensé yo

-Chicas- entró madre pero se quedó mirándome estupefacta- Estás preciosa hija

Empezó a llorar y la abracé

-Madre no llores que sino lo haré yo también- dije intentando contener las lágrimas

-De acuerdo, ya está- se las limpió rápidamente- Solo venía a deciros que debemos irnos ya porque hemos tardado y el novio lleva tiempo esperando

Nos subimos al carruaje y ahora noté que estaba muy nerviosa. Mi pecho subía y bajaba

-Tranquila Lina- me acarició las manos Anida

Le mostré una sonrisa

El viaje se me ha hecho corto. No quería llegar nunca, pero tenía que ocurrir alguna vez

Bajé del carruaje con ayuda de Anida y miré enfrenté la enorme entrada de la iglesia, la que nunca querría atravesar.

Entraron primero mis damas de honor para luego hacerlo yo. Las bancas estaban repletas de personas que todos fijaron sus vistas en mí

Al llegar al altar, me paré frente a Byron que me miraba ¿Diferente?

El cura comenzó con la ceremonia la cual no le presté mucha atención, hasta que escuché la frase

-Esposa y Esposo, ¿venís a contraer matrimonio sin ser coaccionados, libre y voluntariamente?

-Sí, venimos libremente- dijimos al unísono

-¿Estáis decididos a amaros y respetaros mutuamente, siguiendo el modo de vida propio del Matrimonio, durante toda la vida?

-Sí, estamos decididos- eso último lo dije solo yo pero nadie se dió cuenta de que él no lo hizo

- ¿Estáis dispuestos a recibir de Dios responsable y amorosamente los hijos, y a educarlos según la ley de Cristo y de su Iglesia?

-Sí, estamos dispuestos

-Así, pues, ya que queréis contraer santo matrimonio, unid vuestras manos, y manifestad vuestro consentimiento ante Dios y su Iglesia.

Nos cogimos de las manos como el sacerdote nos dijo

En lo siguiente ya no me di cuenta de nada. Estaba distraída en mis pensamientos

-Lady Lina ¿quieres recibir a Lord Byron como esposo,
y prometes serle fiel
en la prosperidad y en la adversidad,
en la salud y en la enfermedad,
y, así, amarlo y respetarlo
todos los días de tu vida?

-Si quiero- respondí

-Lord Byron ¿quieres recibir a Lady Lina como esposa,
y prometes serle fiel
en la prosperidad y en la adversidad,
en la salud y en la enfermedad,
y, así, amarla y respetarla
todos los días de tu vida?

Tardó en responder mientras tenía la mirada perdida

-No...no quiero- dijo soltando mis manos- Lo siento, no quiero casarme contigo

Salió de la iglesia dejándome perpleja

Al principio me costó asumir lo que me ha dicho, hasta que he caído en la realidad. Miré a la gente que me miraban estupefactos todos. No aguanté más parada allí y salí yo también llorando, pero escuché una voz que dijo:

-Normal que no quiera casarse contigo, después de meterlo en tu habitación pensará que puedes hacerlo con cualquiera

Esas palabras solo sirvieron para derrumbarme más

Corrí hasta el carruaje y me paré en la puerta para abrirla mientras sollozaba

Giré mi cabeza y ví a Byron con Taissa abrazados mientras me miraban

-Felón- le grité desde donde estaba y subí al carruaje ordenando al cochero a que condujera hasta casa

Al llegar me quité el vestido y me pude uno más cómodo. Recogí alguna ropa mía, la más cómoda, y la metí en un saco

Abrieron la puerta bruscamente y entró madre llorando seguida de Anida y Aylana

-Cariño- me abrazó madre y llore fuertemente en su hombro- ¿A dónde vas?

-Me voy de aquí, no quiero ser el hazme reír de todos- dije decidida

-No cariño no te vayas- dijo madre

-Madre lo tengo decidido, me iré a vivir un par de años con Connie- la abracé fuertemente

-Te echaré mucho de menos- dijo llorando

-Yo también os echaré de menos- abracé a Aylana para después hacer lo mismo con Anida

-Espero que seas feliz en tu matrimonio. Siento no poder asisitir- dije en su oído pero ella no respondió solo lloró

Cogí mis cosas y subí al carruaje para ir al puerto, que de allí partiría hacia Francia

Lady LinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora