Capítulo 23

1K 97 3
                                    

-Tomás eres un travieso- dije riéndome mientras le hacía cosquillas

-Ya para tía Lina- pidió sin parar de reír

-De acuerdo, yo pararé pero tú también- le dije apuntándole con el dedo

-Trato hecho- dijo levantándose del suelo

Pero el muy travieso quería seguir jugando y lo que hizo fue coger mi perfume favorito y correr escaleras abajo. Lo seguí hasta chocar con algo que me hizo mucho daño. Levanté la vista y vi que choque con la puerta de la cocina. Ahora entiendo por qué tanto dolor en la frente, que es donde he chocado.

-¿Estás bien?- se acercó preocupado Chris

-Me duele la cabeza- dije aguantando las ganas de llorar por el daño

-Ven, siéntate- me senté en una silla en la cocina

-¿Qué te ha pasado Lina?- preguntó Annie también preocupada

-Es solo que...perseguía a Tomás y no me di cuenta de la puerta y coque con ella- expliqué sin ganas de hablar

-Llamaré a la señorita Connie- dijo pero la paré

-No es necesario Annie. Estoy bien- me masajeé con cuidado la frente

-No estás bien. Iré a por manzanillas al huerto para prepararte un té. La manzanilla alivia el dolor de cabeza- dijo saliendo

Cerré los ojos e intenté relajarme un poco. Me he hecho mucho daño.

-Chris- abrí los ojos para verle- ¿Quieres saber quién es esa persona de la que te conté en el establo de que amo?

-¿Por qué me lo quieres contar ahora?- preguntó

-Respóndeme-

-Pues...

-Ya estoy de vuelto- entró agitada Annie- Te lo prepararé rápidamente

-Gracias- le di una sonrisa de agradecimiento

Me lo preparó y me tendió un vaso lleno de té.

Le di un trago y puse cara de desagrado. Chris río por lo bajo y me dejó hipnotizada. Era hormoso riendo.

Se me derramó un poco de té en las manos y solté un grito porque estaba muy caliente.

-Dámelo- me lo cogió Chris- Parece ser que no es tu día

-Pues no- respondí limpiando mi vestido

-¿Quieres ir a dar un paseo por el jardín?- me preguntó

-Si, por favor- pedí

Salimos y yo con cuidado por aún me dolía la cabeza y de vez en cuando me daban pequeños mareos.

- Parece ser que te gusta el jardín mucho- dijo 

-No sabes cuanto- dije riendo

Me dio un pequeño mareo así que cogí a Chris de la mano y rodeé su brazo.

Me di cuenta de mi acto y me avergoncé. Lo miré y él me miraba divertido.

-Lo siento, es que me ha dado un mareo- dije excusándome

Fui a separarme pero agarró mi mano más fuerte para que no me soltara.

-No me sueltes la mano por favor- pidió

Obedecí y dejé mi mano entrelazada con la suya.

-Chris, quiero decirte algo- paré en seco y él hizo lo mismo

-Dime- esperó a que hablara

-La persona que te dije de la que me enamoré es... eres... tú- confesé nerviosa mirando nuestras manos entrelazadas

-No sabes cuanto he esperado esta confesión de ti- dijo

Levanté la mirada extrañada.

-¿Enserio?- sonreí feliz- Osea que...¿Tú también...

-Yo también te amo- terminó la frase

-¿Pero tú...no amabas a...-

-La amaba, pero tú misma me has abierto los ojos. Me has enseñado a que no se ama solo a una persona y que hay más personas en el mundo que son espectaculares y que puedo conocer y no solo enfocarme en una- me levantó la barbilla- De hecho, he empezado a sentir cosas por ti desde que llegaste, pero no quería que lo supieras ni tú ni nadie, porque amaba a Gisel y porque también al ser tú familia de los dueños de casa, no quiero tener problemas en mi trabajo. Pero ahora me da igual mi trabajo y todo, quiero arriesgarme a amar a una persona y tener algo más cercano con ella.

La sonrisa no se me quitaba de la cara.

-Entonces, quieres tener algo más conmigo?-

-Así es- respondió

En eso, nos besamos. Pero este beso no era uno cualquiera. Era un beso mejor que con el que me di con Byron. Era un beso sin explicación.

Lady LinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora