The Dark Suit

Capítulo VII: Juicio Moral

Aterrizamos en el aeropuerto. Mi abogado tenía con él una orden para que lo acompañara a su hotel, además, se me permitiría llevar el juicio como Spider-Man y así no revelar mi identidad. Nada tenía sentido, ¿cómo había logrado todo eso?, ¿quién era?

Bajé del Quinjet y fui escoltado hasta una camioneta de SHIELD que me transportaría hasta el hotel donde me hospedaría con mi abogado hasta el juicio. Llegamos como a eso de las 11:00am.

Al llegar al hotel (que era enorme por cierto) fui escoltado hasta la entrada, donde estaba mi abogado junto a una chica de algunos 16 años. Definitivamente era latina. Tez morena, no muy alta (bastante baja para su edad), cabello oscuro y negro con un largo un poco más debajo de los hombros y parcialmente quebrado. Delgada, muy delgada y con unos profundos ojos negros (cafés muy oscuro para ser exactos). Vestía una chaqueta verde militar, debajo una blusa morada oscura, un pantalón negro y unos Converse. Mi "abogado" era un sujeto algo atlético, se notaba. Su cabello era de un castaño claro, lacio y peinado hacia un lado muy formal. Tez blanca y un poco de barba. Vestía un traje muy formal y unas gafas polarizadas en rojo. Además, traía consigo un bastón.

En cuanto terminé de analizar al hombre me di cuenta. ¡Era el mismo tipo del café!, aquel café en el que golpeé a Gwen. En ese punto no sabía si quería matarme o ayudarme. Al llegar me recibió con una sonrisa pero no dijo nada, la chica solo volteó la mirada y se dispuso a subir al hotel. Matthew Murdock era su nombre. Terminó un par de papeleos y después ambos subimos. Y de nuevo recordé "Matt Murdock", ese nombre... ¡claro!, ¡ese mismo abogado había arreglado los asuntos legales de la muerte de mi tío! Era demasiado conveniente, tenía que haber algo más en esta ecuación. Pero, ¿qué?

Entramos al elevador. El hotel se mantendría rodeado hasta que fuéramos al Capitolio a llevar a cabo el caso. Solo Murdock y yo subimos, claro que no me quitaron las esposas que bloqueaban mis poderes.

-Matt Murdock: Sé quién eres Spider-Man

-Spider-Man: ¿Así?

Pregunté desconcertado. Muy desconcertado.

-Matt Murdock: Sé lo que hiciste durante la Civil War y por eso vengo a ayudarte. Tengo fundamentos jurídicos que indican que tú puedes recibir una indemnización a los tratados de Sokovia

Al escuchar eso me tranquilicé. Por un momento pensé que este hombre conocía mi identidad secreta.

-Spider-Man: ¿Puedo saber cuáles son?

-Matt Murdock: Hablaremos de eso arriba. Peter Parker

¿Peter Parker?, ¡lo sabía!, ¡él lo sabía!, pero ¿cómo?

-Spider-Man: ¿Disculpa?

Lanzó una ligera sonrisa y agachó la mirada.

-Matt Murdock: También hablaremos de mí y de cómo es que sé tú identidad.

Preferí no decir y esperar respuestas, muchas respuestas.

*****

La habitación era algo pequeña pero estaría bien para un día. Dos camas, un sofá, un escritorio pequeño, el típico ropero que nadie usa y un pequeño balcón. Había bastantes ventanas, pero todas tenían las persianas abajo. Cuando entramos ahí estaba la chica, sentada en el escritorio tecleando en una laptop vieja. Murdock llegó y se sentó en el filo de una cama y me hizo una señal para que me sentara en el filo de otra.

-Matt Murdock: Veo que te ha hecho falta Melvin...

Dijo refiriéndose a mi destrozado traje.

-Matt Murdock: Bien. ¿Qué quieres saber primero?