Una vida plena, solo junto a ti

La carta

Hola Juan, se que no entiendes nada de lo que está pasando aquí, pero no puedo decirte nada por el momento. Perdóname por irme así sin más, sin ninguna explicación pero es que no puedo decirte nada en serio. Por favor no me llames, no me hables, no me busques porque no me vas a encontrar por ningún lado. Por favor, cuida a nuestra hija que es fruto de nuestro amor. No dejes que nada le falte, no permitas que nadie le haga nada malo. No le cuentes nada acerca de mi, porque no lo va a soportar. Quiero decirte que fui la mujer mas feliz de mundo junto a ti. Que te amo y que te amaré por siempre. Tal vez más adelante sepa algo de ti pero tu no sabrás nada de mi. Dile a Daniela que la amo, que es la niña mas hermosa del mundo y que siempre la pensaré donde quiera que este. Dale besos y abrazos de mi parte de vez en cuando. Gracias por todos estos años de vida, los amo y los adoro. Ahora tengo que irme para siempre de ustedes dos, pero nunca los sacaré de mi corazón.

Por siempre tuya, Mafe.

Daniela no sabía que hacer, las lagrimas salían de sus ojos y su padre también lloraba junto a ella. Al terminar de leer la carta, decidió pararse y ver por la ventada, quería salir corriendo, buscar a su madre y gritarle todo lo que pasaba por su cabeza, pero no podía porque no había ninguna pista de ella. Se volvió a donde su padre y lo abrazó.

- Gracias por mostrarme esto y por hacerme la persona mas feliz del mundo- le dijo en el oido a su padre que tampoco paraba de llorar. Su padre la abrazó y le dijo algo que la tomó por sorpresa.

-Te amo mi linda, y no quiero que le tengas rabia a tu madre, ella era una mujer hermosa y muy amorosa. Nunca me hizo sufrir en todo el tiempo que estuvimos juntos. Quiero que sepas que hice todo para encontrarla pero fue imposible, y a pesar de todo aun la amo y la amaré siempre.

Daniela no sabía que decir, lo único que se le ocurrió fue decirle que fueran a comer pizza a un restaurante que los dos amaban. Así que los dos se arreglaron y decidieron salir en 2 horas.

Daniela subió a su cuarto y no podía sacar de la cabeza la idea de que su madre se fue sin ninguna razón. Mientras se arreglaba sintió un frío entrar por su ventada, así que decidió cerrar la ventada de su cuarto. Al asomarse vio una figura a lo lejos de una mujer la cual estaba viendo a su ventana, pero luego se fue. Se desvaneció como la tinta en el agua. Daniela sintió miedo pero su padre la interrumpió preguntándole si ya estaba lista para salir. Ella terminó de aplicarse la pestañina salió del cuarto apagando la luz de su cuarto.