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Pasaba el tiempo y tanto Sakura como Gaara mejoraban en su taijutsu y Ninjutsu, la relación de ellos dos era de hermanos que se cuidaban siempre, Madara había entrenado a Gaara con taijutsu en el caso de que se encontrara con oponentes fuertes y que la arena no sea capaz de protegerlo, Sakura ya era una experta con el Genjutsu, cada día perfeccionada el Sharingan con la ayuda de su padre.

Al principio le había costado trabajo que Gaara estableciera una conversación decente con Shukaku, pero al final lo había conseguido, de primera no estaban en muy buenos términos y siempre terminaban discutiendo, pero Shukaku fue aceptando de a poco a Gaara al ver como se esforzaba. Ahora ambos tenían un solo problema, no tenían la llave para liberar a sus amigos.

-Maldito sello –murmuro irritada Sakura- a este paso se demorara unos 2 años en debilitarse, me gustaría conocer al estúpido que invento este maldito sello de porquería.

-Tu vocabulario cada día va empeorando –comenta Gaara con una media sonrisa- pero tienes razón, es molesto no tener la llave.

-En verdad están seguros de que la llave no está en su poder? –pregunta Madara mirándolos fijamente-

-Por supuesto que sí! –le gritan los dos jóvenes ofendidos por ese comentario, no eran tan estúpidos- … ah!

-Que les pasa?

-… nada- responden nerviosos, al parecer si tenían la llave, solo no se habían dado cuenta-

-Hmp, sigamos con el entrenamiento, el día de hoy será de Ninjutsu.

-Si!

Como todos los días se dedicaban a entrenar hasta que Sakura y Garra no podían seguir más, ambos ya tenían 8 años, por lo que su resistencia era un poco mayor en comparación a cuando se fueron de Suna. Sin duda la capacidad de ambos era mayor a la de cualquier niño que tuviera su misma edad, y no era precisamente por que fueran Jinchuurikis, sino porque se pasaban día tras día entrenando sin descanso, en esos años Madara había creado una organización que se encargaba de proteger a los Jinchuurikis o a cualquier persona que no pudiera defenderse sola, el motivo por el cual creo esa organización eran por que su hija se lo había pedido, ella sabía que los demás Jinchuurikis no corrían con la misma suerte de ella y por eso quería hacer algo para poder ayudarles, y que mejor que crear una organización que se dedicara a protegerles para mantener el equilibrio en el mundo Shinobi?, ya que si algún Jinchuuriki llegaba a perder el control tendrían que acabar con su vida, y eso es lo que ella no quería por ningún motivo.

Buscaron a ninjas que estuvieran dispuestos a todo con tal de mantener al mundo en paz y proteger a los Jinchuurikis de cualquier daño, al inicio fue difícil encontrar a personas que estuvieran dispuestas a renunciar a todo con tal de pertenecer a los Akatsuki, pero la suerte estaba con ellos y encontraron a las personas ideales para que pertenecieran a esa organización, todo aquel que pertenecía a Akatsuki se tenía que ir de su aldea, ya que los demás podrían pensar que se favorece a una aldea de la otra y eso ocasionaría otra guerra, y eso es justamente lo que Akatsuki quiere impedir. Por ese motivo fue creada. Impedir otra posible Guerra y la protección de los Jinchuurikis.  

Gaara y Sakura estaban entrenando taijutsu cuando vieron a una figura bien conocida por ambos, era un integrante de Akatsuki que le informaba a Madara sobre cómo se encontraban los Jinchuurikis de cada aldea, el Akatsuki los miro y le sonrió, si no fuera por esos dos niños él hace mucho tiempo que hubiera sido asesinado por ser considerarlo un monstruo junto a sus amigos, pero esos niños, en especial la pelirosa había cambiado todo eso y les ofrecieron un lugar al que pertenecer, un lugar al que podían llamar “hogar” y una “familia” que se encargaba de protegerles las espaldas.

Otra OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora