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Sakura se encontraba en el campo de entrenamiento junto a su padre, su tío y el Anbu que había llegado no hace mucho, los 4 esperan a que Kakashi llegara, pero la pelirosa sabía que para eso faltaba mucho, después de todo su sensei era conocido por llegar tarde, pero para sorpresa de la pelirosa, Kakashi había aparecido después de 5 minutos que estaban esperándolo.

-Conque tú te llamas Sakura.

-Hola, Kakashi-sensei –le sonrió dejando confundido a los Uchiha, era como si Sakura lo conociera de antes, cosa que era imposible, según ellos- espero que tengamos un buen combate –le sonríe-

-Espero lo mismo –le dice con una sonrisa bajo su máscara, su sensei le había hablado mucho sobre esa pelirosa, le dijo que era alguien muy fuerte, al principio no le había creído nada, así que cuando estaban de viaje los siguió, se sorprendió al ver que la pelirosa le daba pelea a Uchiha Madara. Cuando el Hokage había dicho que le harían una pequeña prueba para que ingresara a ANBU, Kakashi se había ofrecido personalmente a comprobar cuan fuerte era la pequeña pelirosa-  

-Que es lo que tengo que hacer?, no creo que se trate de un simple combate, quieren comprobar mi talento con el mejor Jounin de la aldea, Hatake Kakashi –sonríe y mira al Hokage que estaba junto a los líderes de los demás clanes-

-Podría ser –de su bolsillo saca un cascabel- lo único que tienes que hacer es quitarme este cascabel, podrás utilizar cualquier método para quitármelo.

-Hmp! –sonríe- me parece bien.

-Estas listos? –pregunta Madara que sería el encargado de supervisar la pelea-

-Si –responden al unísono los dos contrincantes mirándose con media sonrisa-

-Empiecen!

Sakura fue la primera en moverse a una velocidad que sorprendió a todos, Kakashi se vio en la obligación de retroceder y destapar su ojo mostrando el Sharingan, la pelirosa se movía más rápido de lo que pensaba, un sonido llamo la atención de todos y miraron el lugar en el cual Sakura había golpeado, encontrando el suelo destrozado y a Sakura sonriendo con el Sharingan en sus ojos, el peli plata se alegró de haberse alejado, de no ser así, ahora mismo estaría con un hoyo en el estómago, esa niña tenía una enorme fuerza, fuerza que les recordaba a Tsunade. Kakashi miro a la pelirosa que venía corriendo para atacarlo de frente, sonrío y se puso en posición de ataque. Ahora ambos medían fuerzas con taijutsu, Kakashi intentaba que Sakura no lo golpeara, un solo golpe de la pelirosa le podía dejar con varios huesos rotos, la pelirosa se separa de Kakashi y sonríe mientras junta sus manos, Madara al ver los sellos retrocede unos pasos, los demás se extrañaron por ese comportamiento, pero igual retrocedieron unos pasos, no había nada de malo en ser un poco precavidos.

-Katon: Gran aniquilación ígnea!

Los demás miran sorprendido el Jutsu y miran a Madara que tiene una sonrisa, ese sin duda es un padre que está orgulloso de su hija, pensó Minato al ver como el Uchiha miraba a su hija, pero el pensamiento de los demás líderes no eran muy buenos, la mayoría pensaba que la pelirosa representaba un gran peligro para la aldea, buscarían la forma de tenerla bajo control y utilizar su poder para el bien de la aldea, Danzo que miraba un poco alejado pensaba la forma en cómo podrá poner a esa niña bajo sus órdenes, con esa pelirosa sin duda podría volverse Hokage y haría de Konoha la mejor aldea ninja.

-Suiton: Muro de agua! –Kakashi hizo los sellos a una velocidad impresionante, los únicos capas de utilizar ese Jutsu eran Madara, por eso pensó que Sakura no sería capaz de utilizarlo, sin mencionar que el Jutsu era muy complejo y requería de mucho chakra-

Se formó una pared de niebla en todo el campo de entrenamiento, algunos tenían problemas para ver, lo único que escuchaban era el choque de metales y el suelo temblar, señal de que peleaban con kunai o shuriken y que Sakura hacía gala de su fuerza. Madara veía todo lo que pasaba gracias a su Sharingan, al igual que Fugaku y Itachi, este último no podía dejar de mirar los movimientos de la pelirosa, sin duda eran movimientos muy sensuales a su parecer, movió la cabeza ante sus propios pensamientos, en lo único que debía poner atención era en la pelea, de repente Madara sonríe al igual que Fugaku, los demás no entendían el motivo de sus sonrisas, hasta que escucharon la risa de la pelirosa, todos voltearon a ver a una pelirosa feliz caminando con el cascabel en una mano, la niebla se iba disipando poco a poco y pudieron apreciar de mejor forma en campo de entrenamiento, no sabían que habían hecho, pero el campo era un auténtico desastre, había árboles caídos, kunai y shuriken por todas partes, y para que decir sobre el piso, con suerte y quedaba un lugar que no estuviera destruido.

Otra OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora