capitulo 4

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—¿Lo hueles? Dave asintió. ¿Qué tipo de infierno adolescente era este? Ben estaba dejando cosas... desagradables, floridas, que se derretían, malditas cosas...en su porche trasero y luego se alejaba como un aterrorizado Scooby-Doo.

—El hombre necesita una pista. —Entonces dale una. —Rick recogió la carne, con sus cejas en sorpresa—. Venado fresco. De un ciervo. Dave había arrugado la nariz.
—Ew. —Avanzando hacia la casa tomó su botella de Mr. Clean rociándolo en el porche trasero y agarró la manguera—. Me movería si fuera tú. Rick se movió.

Sabía que Dave lo entendía. Dave abrió la manguera y lavó la sangre y desinfectó.
—¿Nunca ha escuchado "Lo siento"? —Los rumores dicen que él ha estado tratando de decírtelo, pero las mujeres han decidido que necesita hacer más puntos. Dave detuvo el flujo de agua y miró a su Alfa.
—¿Qué?
—Sip. Quieren que te vayas de vacaciones y regreses a casa, tranquilo, descansado y listo para reclamar a tu compañero. Quieren que Ben sufra mientras estás fuera. Y quieren tener una mano en eso para más tarde susurrar, reírse y ver todo satisfechas cuando los dos conejitos os acurruquéis el uno en el otro.

—Rick rodó los ojos—. Ey, he intentado detenerlas.
—Pero detener a Belle y a Chela cuando están en una misión es como tratar de detener un huracán con papel de seda. —Dave se apoyó contra la pared trasera de su cabaña y suspiró—. Son más propensas a alejarlo que a acercarlo. Ben odia los juegos. Rick levantó el pedazo sangriento de carne.
—No me preguntes. No sé de qué cojones se trata. —Dave levantó sus manos y consiguió que goteara. Ignoró la risa de Rick y enrolló la manguera—. Si realmente quiere pedir perdón, ¿por qué no llama a la puerta? ¿Por qué esta estúpida cosa de mierda?
—Tal vez piensa que es romántico. Los dos hombres miraron la sangre goteando al suelo del último "regalo" de Ben.
—Nah. Rick se rió y tiró la carne a la basura. Dave no tenía idea de cuánto tiempo había estado en el sol antes de que lo encontraran, pero el olor ya estaba comenzando a volverse amargo. —Te dio flores y filetes de venado y caramelos. ¿Qué más necesitaría un hombre?
—¿Realmente estás hablándome a mí? —¿Qué tal una pantalla plana de cincuenta y dos pulgadas con sonido envolvente y un sillón vibrante reclinable para sentarte mientras Jessica Alba te ve en ese traje ajustado de los Cuatro Fantásticos? Dave parpadeó.  

—Eso es extrañamente específico. —Gracias. Estoy calentando a Belle para nuestro aniversario. ¿Crees que funcione?
—No si mencionas a Jessica Alba. —Rick había reclamado a Belle el pasado mes de febrero, ahora era casi junio. Ella había sido Luna por más de un año, y Dave tenía una buena idea de cómo reaccionaría a la obsesión de su compañero con la Srta. Alba—. Tienes mucho en qué trabajar. —Lo sé, pero tal vez le dé uno para Navidad.
—Rick le guiñó el ojo, tan feliz y despreocupado como Dave nunca había visto a su mejor amigo. Pero la expresión despreocupada no duró mucho—. Escucha. Lo que sea que Ben está planeando, obviamente no está listo para reclamarte todavía. Ve y disfruta de tus vacaciones. Las mujeres lo torturarán, tú consigue algo de sol y tal vez él habrá sacado la cabeza de su culo por entonces. Dave sacudió su cabeza.
—No lo sé. En este momento no estoy seguro si quiero su cabeza bien o si simplemente debo buscar a una segunda pareja. Rick lo miró sorprendido.
—¿Hablas en serio? Dave se encogió de hombros.
—Sería un nuevo inicio con alguien nuevo, alguien que no tenga el equipaje que Ben y yo tenemos. Y además, sangrientos trozos de carne a un lado, ¿puedes decir honestamente que Ben me desea? Rick abrió la boca para contestar, pero no había realmente nada que decir. Todos los juegos a un lado, Dave estaba bastante seguro de que esta era la forma en que Ben cuidaba de su pobre compañero herido. Dave dejaría a las probabilidades que era el lobo de Ben el que lo había empujado demasiado. Bien, si Dave conseguía a una segunda pareja, el lobo de Ben podría dar un salto de vuelo. Tendría a alguien que cuidara de él, muchas gracias, y Ben podría sentarse solo y miserable en su cabaña mientras Dave era deshuesado y se deshuesaba cada maldita noche por el resto de su vida.
—¿En la semana en que estaré en Florida?
—¿Sí? —Rick estaba dándole una mirada extraña, pero Dave no podía entenderlo. —Es la semana del Orgullo Gay —sonrió, consciente de cuán triste parecía. Realmente deseaba, desde el fondo de su corazón, que su compañero fuera con él. Podrían andar con todos los hombres bonitos durante el día y pelear a desnudarse en la noche. Pero Ben no iría a Disney World, y era hora que Dave dejara de soñar.
—Dave. Eres mi mejor amigo. Eres como el hermanito molesto que nunca tuve y todavía no quiero. Quiero que sepas que lo digo con amor en mi corazón por ti. Dave parpadeó.
—Eres un tonto del culo. Dave recogió la manguera hacia atrás y la movió hacia arriba y roció a su Alfa. Tenía dos semanas hasta irse a Florida. Dave corrió, riendo mientras Rick lo perseguía, ese pelo largo negro salpicando en los ojos del Alfa. Por el momento Rick lo había perdonado. Dos días más tarde, cuando un balde de agua cayó sobre su cabeza de uno de los balcones que rodeaban el hotel acompañado de un suave ¡Te atrapé! Supo que había estado en lo correcto.

Encontrando  Tu perdon (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora