Un Novio de Mentira《Yoonmin》

18: "Cuestión de hablar"

La puerta se abrió y la mujer mayor estuvo a nada de echarle un buen sermón a su hijo e ir a la casa del desalmado de Min Yoongi para gritarle también, pues ahora mismo su hijo se encontraba enteramente empapado al haber caminado bajo la lluvia. Pero sus palabras se habían quedado ahí, en su garganta al haber sido Jimin en que habló primero:—Iré a cambiar mi ropa, y mamá, no tengo apetito...— Tan desanimado. Demasiado.

El Sr. Park junto a su esposa vieron a su hijo subir las escaleras de manera lamentable, el niño daba pena.

—Se que deberiamos cuidar de él, pero..- El Sr. Park se interrumpió.

—Pero necesita resolver sus problemas solo, ya no es nuestro niño mimado— Jimin totalmente todavía lo seguía siendo —Además, estoy tan segura de que se trata de alguna tonta discusión con Yoongi. Ellos deben arreglar sus problemas como la pareja amorosa que son— Concluyó la mujer, madre de Jimin y bien, su esposo estuvo totalmente de acuerdo. Vamos, su hijo ya era todo un niño grande y por ende tenía la capacidad de resolver cualquier tipo de dificultad; No era el fin del mundo, no se trataba de desactivar una bomba y mucho menos se trataba de una situación de vida o muerte; Simplemente era cuestión de hablar, de arreglar el problema como personas capaces. Fin del asunto.

...No se trataba del fin del mundo, pero por más exagerado que sea así sentía Jimin y no podía culpar a nadie que no fuera a él mismo, él había planeado todo esto del novio de mentira, él quería a Chanyeol de regreso y lograr su arrepentimiento, él lo logró. Fue demasiado tarde. Estaba demasiado claro para él que ya no quería tener nada con chanyeol, hablando de manera sentimental-íntima claro, pues ellos podía todavía ser buenos amigos como bien en claro le había dejado. Que mal.. todo había salido perfectamente "bien".

Sus ropas mojadas dejaron de estar apegadas a su suave cuerpo y se hizo camino hacia el cuarto de baño, donde el agua de la ducha empezó a salir a chorros, una ducha caliente ahora mismo no le vendría nada mal, aun así estaba seguro de que pescaria algun resfriado, caminar diez cuadras bajo la lluvia y con el frío casi helado no le iba a traer nada bueno. Pero la peor parte de encontrarse enfermo sería el que estaría triste y patéticamente solo, sin la presencia de Min a su lado. Infló las mejillas y sus ojos se mostraron brillosos al poder imaginarse las escenas futuras, él recostado en su cama medio moribundo sin un Min Yoongi que lo cuidase o lo molestase. Tan patético.

—Fuiste un tonto Jimin— Se dijo a sí mismo, sintiendo las gotas calientes en su rostro. ¿Qué se supone que deberia de hacer ahora?.

Un día lluvioso. Una cama solitaria y fría. Y por último, una increíble tristeza que no daba señales de querer irse. Así fue como el miércoles se presentó reluciente, vaya fastidio, un hermoso día no debería de observarse cuando uno no estaba con el mejor de los ánimos. El día gris de ayer se acomodaba mucho mejor al actual estado de ánimo de algunos.

Uno de los casos era Min Yoongi, que a ceño totalmente fruncido caminaba por los pasillos de la escuela, había tenido la idea de ir a la casa de los Park en busca del niño, pero algo se lo impidió, su molestia se lo impidió. Prácticamente ayer el niño había huido de su casa sin siquiera dar una rápida explicación y solo se había visto lastimado; Y bien, Min no estaba enterado de nada ¿hizo algo mal?. Hubieron respuestas dudosas pasando por su mente, y ninguna de ellas le gustaba ni un poco: El beso no fue de su agrado. Confundió totalmente las cosas. Jimin seguía enamorado de Chanyeol. Y otras cosas más que solo lograban que su corazón punzara dolorosamente. Tan desconcertado y confuso.

Dos casilleros resonaron en el solitario pasillo, Yoongi y Chanyeol cruzaron miradas, ambos se transmitieron el odio mutuo de manera instantánea. Yoongi gruño por lo bajo, a Jimin no podía gustarle alguien como Yeol, a él no debería de gustarle. No importa como lo mirase, Min terminaría siempre en esa conclusión. Y viceversa, ya que Chanyeol tenía sus mismos pensamientos. ¡Idénticos, ambos!.