Baby Steps.

6.

–Nunca me imaginé verte con un caso entre manos, mamá.

Escuchó decir a su hija, a la vez que esta le tendía una carpeta con los resultados prudentes.

Maryse suspiró, más con melancolía que con otro sentir.

–Yo tampoco, sinceramente. – perdió su mirada chocolatada en la decoración del lugar. Segundos después, recompuso su postura solemne; pero no estricta. – Eso ya no importa; lo que sí, es que extrañé tanto mi trabajo, y que Alec me haya acogido gustoso.

Izzy miró a su madre por un margen de tiempo algo tenso, aún no se quitaba de la cabeza que algo –no la charla con Alec– le sucedió a su madre. Pese a nunca haber sido cercana con ella; lo sentía cada vez que sus ojos se encontraban.

Asintió vagamente a las palabras de su madre, y añadió con diversión.

–Ya veré a Alec colocar un retrato tuyo con la descripción de "Cazadora del mes" por haber acabado muy rápido un caso. – rió.

Maryse acompañó la risa de su hija bastante alagada.

–¡Jace me dijo lo mismo!

Isabelle tomó la mano de su madre, y con una mirada cálida,dijo afectuosa.

–Antes de Alec, tú eres la mejor.

Miró a su hija con ternura. Compartieron un hermoso abrazo lleno de cariño y dulzura de ambas partes, antes de que Maryse se despidiera y se fuera con la carpeta en las manos.

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Ingresó algo dudosa a la gran edificación. Jamás en su vida había entrado a una estación de policía mundana. Le pareció de lo más... Para ser una mujer criada entre el modernismo en los cazadores de sombras, la estación de policía parecía algo del siglo pasado. Se acercó a la oficial que parecía ser la secretaria (ya que estaba en el escritorio de entrada), esta estaba hablando con quien parecía una detective. De nuevo dudó en su impulsiva acción de ir a buscar a Lucian en su trabajo mundano. Mas no pudo arrepentirse, porque la secretaria llamó su atención con un carraspeo.

Alargando una sonrisa amable e inocente, dijo.

–Bueno días, estoy buscando al detective Garroway.

Las dos féminas en frente suya alzaron las cejas, como no creyendo las palabras que salieron de su boca. De manera nada discreta y algo grosera, la detective la repasó con la mirada de arriba abajo: cosa que incomodó a Maryse, mas ella sólo alzó el mentón, orgullosa.

– ¿Quién le busca?– preguntó la detective, o más bien espetó con recelo.

Maryse se abstuvo de rodar los ojos con fastidio.

–Maryse, Maryse... Trueblood.

La mujer mundana hizo una mueca, y volvió a repasarla con la mirada, detallando los tatuajes que resaltaban la piel morena. Cruzándose de brazos, se apresuró a decir.

–Lamento informarla que el detective Garroway, no se encuentra.

Maryse frunció el ceño, Alec le había asegurado que en las mañanas Lucian siempre estaba en la estación; empequeñeció los ojos con duda.

La secretaria, por su parte, alzó ambas cejas con sorpresa, debido a la inusual actitud infantil de la detective.

Maryse abrió la boca para decir algo, mas dio un imperceptible respingo del susto al escuchar una voz grave, llamarla de la nada.

–¡Pero qué tenemos aquí! – un brazo masculino la rodeó por los hombros. –¡Es nada más y nada menos que Mary Lightwood!

La detective y la oficial empequeñecieron los ojos con recelo, mientras que Maryse se sonrojaba hasta el tope.

Carraspeó, pero terminó balbuceando.

–Lu-cian, qué sorpresa.

Luke rió encantado.

–¿Sorpresa por qué? Estás en la estación de policía, claramente a buscarme.

–Bueno, me han informado que no te encontrabas. – miró acusadoramente a las mundanas en frente suya.

Luke alzó las cejas, y miró con reproche a las féminas.

Los colores se le subieron a la detective, y balbuceó, en venganza.

–¿Por qué mintió con su nombre? Dijo que se llama Maryse Trueblood, pero, el detective Garroway le ha llamado Mary Lightwood. Por mentirle a un oficial, le puede ir mal.

Ignorando la advertencia, Luke se separó ligeramente de Maryse, y le miró con sorpresa. Adivinando la interrogante que se estaba formando en la mente del alfa, la cazadora dijo.

–Es una historia para otro momento.

Luke asintió varias veces, perdido.