Ella era hermosa. Con un corazón puro cual oro. Cobarde a más no poder. Y con más de 49 miedos por encima. Amaba de manera inexplicable y no sabía olvidar. Solía pelearse de ves en cuando con la vida. No era la ganadora de la batalla pero nunca se rendía. Nunca se dio cuenta de su fuerza hasta que le toco ir a la guerra. Yo no merecía su salvación pero igual me salvo. Le había fallado aunque no se lo merecía. Le había roto el corazón pero nunca le importo y me siguió amando. ¿Cómo puedes romper algo una y otra vez y aún así seguir haciéndolo?. Yo le hacía eso. Era un estúpido y ella un ángel. Una estrella. Un amanecer. Así era ella.
Le aterrorizaba la vida y no saber cómo vivirla. Un segundo para amar a una persona y una vida para olvidarla. Incapaz de amarse y con su último aliento amó el mundo. No se daba cuenta que aunque ser valiente parece todo en la vida simplemente no lo es. Había luchado tantas guerras que se merecía un descanso. Amigos. Amor. Autoestima. Defectos. Virtudes. Sociedad. Demasiadas guerras para contarlas. Se merecía tener una historia aunque ya tenia más de un libro sin darse cuenta. No había suficiente papel en el mundo para describir lo puro que era su corazón. Tenía esas manías extrañas. Y esos tipos de amor único que sólo ella sabia ofrecer. Adoraba regar las plantas en invierno. Sabía que se congelarían pero era su forma de tomar una foto de la vida y que permaneciera intacta hasta un determinado tiempo. Le dolía quitar sus plantas en verano pero decía que para que algo nuevo se construya debe destruirse lo anterior. No podía dormir si no tenía a su peluche. Si no abrazaba algo. La soledad le aterraba. Aunque ya estaba acostumbrada. Sin embargo puedes acostumbrarte a algo y aún así temerle. Odiarlo. Y no quererlo. Así era ella.
La abandone. Ella era mi chica y la abandone. Le rompí el corazón. Le prometí que no me iría y lo hice. Le prometí que no le rompería el corazón y lo hice. Le prometí que no lloraría por mi y si que lo hizo. Le prometí muchas cosas y no las cumplí. No cumplí ninguna promesa y no se lo merecía. Quisiera regresar el tiempo atrás. Decirle que la extraño. Que fui un idiota. Que no debí irme. Que ser valiente no lo es todo en la vida pero en ese momento si lo fue. Decirle lo mucho que la amo. Que mi manera de amar es horrible pero la amo. Arruine todo y lo que siento es un dolor tan agudo e intenso que no puedo describir. Me duele la vida. Me duele el corazón. Me duele ella. Cada noche me la imagino llorando con su cabello rebelde, su pijama larga y su peluche favorito. El único peluche que nunca la abandono. Me la imagino llorando preguntándose cual fue el error que cometió para que yo me fuera. Pero no hay ningún error. No fue su culpa. Fue mi culpa. Me la imagino perdiendo el apetito. Llorando por todos los rincones de la casa. Incluso cortando su larga melena. Y por supuesto diciéndole a todo el mundo que está bien aunque no lo está. Haciéndose la fuerte y llegando a casa para luego desplomarse con el corazón roto. Me imagino el daño que le hice. Pero también me la imagino recuperándose porque así es ella. Fuerte. Guerrera. Orgullosa. Me imagino cada parte de la situación. Cada escena de la película y por supuesto los finales alternativos. En el cual en uno decido vagar en mi soledad y mi dolor diciéndome a mi mismo que la olvidaré, que es sólo una chica más, aunque se bien que no lo es. Resignando a vivir en la miseria de una vida sin ella. Y por último el final más real. Salgo de noche. Lloviendo para que se vea mas romántico. Para darle ambiente a la situación. Toco su puerta una y otra vez más. Si tengo suerte ella no se habrá mudado. Y cuando por fin decide salir. Me dice lo que siempre he estado esperando. Me dice lo que se que dirá. Lo que diría ella. Porque así es. Me dice: "Ya no eres bienvenido en mi vida, no vuelvas porque ya te supere." Me dice eso sabiendo que es mentira. Sabiendo que la amo. Que nos amamos. Que me ama. Pero aunque se que me lo merezco. Por dejarla. Me pregunto un millón de veces como sería si por primera vez yo fuera más valiente y ella fuera menos orgullosa. Se que no soy digno. No merezco la oportunidad. Pero de verdad seria osado que me fuera a jugar la vida por ella. Aunque claro ella siempre hizo eso por mi. Como dije puedo ver la película. Puedo ver el final. Supongo que por eso decidí no luchar. Cobarde desde el nacimiento. Cobarde hasta la tumba. Y a los muertos de miedo como yo nadie los quiere. Espera. Sólo una chica los quería. Ella. Tú. Porque así eres. Así era ella. Pero la perdí.
-Lumo
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La historia perdida
PoetryHay historias que no han sido contadas. Historias que son mucho para la humanidad. Historias que pesan tanto que duele contarlas. Historias que conectan a muchas personas. Historias que duelen, destruyen y rompen. Historias difíciles, fuertes y tris...