VII

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Después de ensayar un par de horas me dirigí a mi habitación. Pasaba por los pasillos del primer piso con pasos lentos, estaba un cansada, seguro mi aspecto era de lo peor.

Oh, querida Ágatha—Detuve mis pasos ante esa voz grave. Provenía de la habitación donde dejamos a Geller. Era Geller—Te extrañaba. Podría jurar que estás más alta.

¿Debería escuchar una conversación privada?

"Bueno, ya lo estás haciendo..."

Déjate de estupideces, Geller.—Gruñó Ágatha—Sabes lo que quiero y me lo vas a dar.

El hombre rió socarronamente.

—Por favor, ¿me estás amenazando?—Se mofó—¿Qué harás? ¿Mandarás a tus mini espías a seducir a mis hombres?

Se escuchó un fuerte golpe a a la par de un quejido del hombre.

Ágatha lo había golpeado.

—No sabes de lo que soy capaz, idiota—amenazó Ágatha—Pagarán lo que nos han hecho.

El hombre rió junto a un quejido de dolor.

—Al contrario, querida. Sé de todo lo que eres capaz.—Entonó—Eres pasado, zorra. Estás sola, la niñita esa sólo era una piedra en el camino que ya no estorba.—Hizo una pausa–Rachel es el ahora.

El hombre gritó fuertemente a la par de un ruido sordo. Hice una mueca imaginando el dolor que estará sintiendo el hombre.

"¿Quién es Rachel? ¿Qué está pasando?"

Ágatha rió irónica.

—Tendré todo de vuelta, maldito cerdo. Pagarán con creces todo lo que nos hicieron.—Dijo en un tono más apagado y amenazador.

No hubo respuesta por parte del hombre.

¿Qué está pasando? No entiendo nada.

Escuché los pasos de Ágatha acercarse a la puerta.

"Demonios"

Reaccioné y con pasos suaves pero rápidos me dirigí al principio de la escalera subiéndola con nerviosismo.

"Ojalá no me haya oído" rogué en mi interior.

Llegué a la habitación encontrándome con Zira desperezándose y a Blue comiendo una barra de chocolate.

Me miraron extrañas.

—¿En qué momento te fuiste? —Preguntó Zira robando un trozo de la barra de Blue.

—Yo...Eh...—Divagué.

No tenía un pensamiento claro. No sabía si decirles sobre lo que oí.

Ni si quiera sé qué oí.

—¡Todas en la sala de entrenamiento en cinco minutos!—El gritó de Ágatha en el pasillo nos interrumpió.

"Gracias"

—Agh—Se lamentó Blue mirando al techo—¿Qué hice para merecer esto? Yo sólo quiero dormir.

Embutió lo que quedaba de la barra y salió de la habitación. Yo iba a seguirla pero la voz de Zira interrumpió.

—Estás extraña, ¿Algo que compartir?—dijo a la par que se cruzaba de brazos.

Ladronas.|Benedict Cumberbatch| (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora