II

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—¡Formaste una maldita escena!—Gritó Ágatha entrando al dormitorio.

"Oh, no..."

—¿Creíste que no lo iba a notar? Tengo ojos en todo lado—Puso sus manos a cada lado de su cintura.—Y además hiciste mucho ruido al entrar por la ventana, ni para escabullirte puedes

Sus ojos están muy abiertos.

—Lo siento, ese guardia salió de la nada y...

—¡Y nada! ¿Te imaginas que te hubieran atrapado con mis pertenencias? ¿Qué...

—No son suyas.—Dije sin pensarlo.

Abrí mis ojos al darme cuenta de lo que dije.
Ágatha se acercó lentamente hacia mi y estrelló duramente la palma de su mano contra mi mejilla.
Mi rostro se volteó bruscamente sintiendo el ardor en la zona golpeada.

Sentí mis ojos aguarse.

—Mira, mocosa, sino fuera por mí, estarías muriendo de hambre en la calle. Eres una mal agradecida, dame mis cosas ahora.—Recalcó lo de "sus cosas".

Tomé mi mochila y saqué las botellas de whisky. Vi como ella sonrió al verlas.

Bipolaridad. Tengo miedo.

Casi me arranca las manos al quitarme las botellas.

—Muy bien...le diré a Jocelyn que borre todo rastro de tu accidente en el Subterráneo.—Se giró para salir de la habitación pero se detuvo en la puerta—Sabes que no puedes ser vista y menos llamar la atención. Pero, fue lo primero que hiciste. Para tu suerte es tu primer error.—Salió al terminar de decir esto.

—Por cierto—Se asomó en el umbral—Hoy no hay cena para ti, debiste traer todo a tiempo.—Sonrió y se fue.

Rodé mis ojos.

"Dios, que pesada"

—¡Escuché eso!—Oí que gritó

"¿Cómo pu...?"

—A veces piensas en voz alta.—Me sobresalté al escuchar la voz de Blue.

—Mierda, Blue.—Puse una mano sobre mi pecho—Pensé que dormías. —Me senté en mi cama.

Ella rió.

—El sonido de la cachetada me despertó—Se burló de mí.

Le lancé el zapato que me estaba quitando.

—Cállate.—Reí.

—¿Por qué tardaste tanto? ¿Y por qué entraste por la ventana?—Me preguntó dejando el zapato en el piso.

Me quité los pantalones y me acosté en la cama.

—Bueno, creí que tenía tiempo para traer estos—Tomé de mi mochila y saqué dos barras de chocolate. —Y la puerta principal estaba cerrada con llave.

Blue abrió la boca sorprendida.

—No puedo creerlo, Lucy—Dijo mientras se levantaba entusiasmada y se acercaba a mi cama—Los venden al otro lado de la ciudad.—Tomó una barra y abrió el empaque.

Sonreí al ver su rostro casi brillar en la oscuridad.

—¡Tiene almendras!

—¡Lo sé! ¿No te encantan? Sólo ahí hay de estas barras.—Dije mordiendo la barra.

Oh, Dios...valió cada maldito segundo.

—¿Crees qué Ágatha tenga problemas con el alcohol?—La miré fijamente.

No resistimos y empezamos a reír.

—Me demoré como dos horas de más en volver, creo que ese es el máximo tiempo que ha estado sin bebida. —Sonreí.

Blue me miró seriamente.

—¿Qué? Tengo más si quieres.—Dije señalando mi mochila.

—Fuiste golpeada por Ágatha...¿Por qué te arriesgaste si sabes cómo es ella?

—Bueno, iba a llegar después del toque de queda de todos modos y el castigo sería igual, así que...—Mordí de nuevo la barra.

—Pero, no te dejó cenar...y aún así le diste las cosas—Blue se veía preocupada.

Le brindé una sonrisa tranquilizadora.

—No te preocupes, robé un par de zanahorias y cené con eso. —Hice una pausa y la miré.—¿Tú cenaste?

Ella sonrió.

—Sí, sino fuera por lo que me diste no hubiera tenido nada para darle y no tendría nada en mi estómago. —Hizo una pausa y suspiró—Gracias, Lucy. Hoy no fue mi día y no pude conseguir nada para ella.

—No hay por qué agradecer. Además, Ágatha ama esos habanos.

Ella sonrió agradecida.

—Iré a la cama. Gracias por la barra.—Se metió entre las sábanas de su cama.

—Tenemos que dormir. —Estiré mis sábanas y me acosté.

—Buenas noches, Lucy.—Dijo bostezando.

—Buenas noches, Blue. —Le di la espalda al lado de su habitación e intenté conciliar el sueño.

Sentí como mis párpados se cerraban lentamente. Estoy exhausta, quiero dormir para siempre.

Ladronas.|Benedict Cumberbatch| (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora