capitulo 5

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Maya jadeaba y se arqueaba mientras se retorcía en el piso del sótano de su
mejor amiga, mirando al causante de su infierno personal con la sangre
corriendo por sus venas.
“Ahora, Maya…”
él sostuvo sus manos hacia adelante como para aplacarla. Al carajo
eso. Al carajo él. Ella se puso de rodillas y luego lentamente, de pie, el dolor iba
cediendo mientras lo segundos pasaban.
“Ahora no me vengas con “tu Maya”..
Sintiéndose más como ella misma, se irguió en toda su estatura y dejó que todas sus emociones mezcladas se filtraran a través de su cuerpo. Por supuesto, la parte humana de su cerebro, porque ahora había dos partes―wohooo! ― ella se enojaba mientras todo salía, y estaba lista para dar palizas a estúpidos leones. Sin importar que tan calientes fueran. Pero su felina interna todo lo que pensaba eran en frotar su peludo cuerpo en ese asombroso hombre. Traidora!
Aún peor, su gata interior sufría por clavar sus dientes en la carne del hombre y reclamarlo como suyo, puta.

Tenía que ser toda esa cosa de ‘conviérteme-en-una- leona’ lo que tenía a ambos en el borde. ¿Qué otra razón podría haber?
Alex bajó su cabeza y mantuvo la boca cerrada y al mirar al hombre frente a ella,
Maya tuvo ganas de cachetearlo, de cortar su cabeza. ¿Por qué carajos no se humillaba ante ella?
Cuando las palabras no llegaron, ella pensó que él también podría tenerlas.
“Alex, tu hijo de tu pu―”

“Nena, por favor…”

Ella le mostró los dientes y su bestia interior estaba de acuerdo. Solo porque su leona quería montar a ese guapo hombre como a un semental, no significaba que se libraría tan fácilmente. Heh-he. Por supuesto que no.
“Nada de nena. ¿dónde estaba yo? Ahem… ¿hubo algún pequeño detalle que olvidaste mencionar anoche Alex? Como por ejemplo, que anoche no fue sólo un
festival-de-sexo-de-un-kilómetro, sino más como su fiesta semestral de ¿embaraza-a- cada-chica-fértil?, o, déjame ver, el hecho de que tu pequeño mordisco en mi piel era una marca de emparejamiento y ahora, por ello mi perra interior está enganchada a tu trasero mentiroso” con cada pregunta su tono de voz era cada vez más y más alto.
Hasta que ella comenzó a gritar.
“Oh, no lo sé. Eso, eso de que me comenzaría a crecer pelo y ¡que tenga la
urgencia de comerme a mi mejor amiga!, ¿uhu?, ¿Qué hay acerca de eso?, ¿Qué tienes que decir en tu defensa?”. El hombre delante de ella entrecerró su mirada y tuvo los cojones de gruñir.
“Lo siento”
“¿Lo siento?, ¿eso es todo? Sí, bien, eso sólo mejora las cosas”. Ella escupió las
palabras y puso sus manos en las caderas.

“Maldita sea Maya. Te quise desde el momento en que caminaste por esa
puerta. En el mismo momento en que capté tu esencia me tenías enganchado y en el instante en que te probé, sabía que serías mía para siempre”.
“¿Esperas que te crea?, ¿cómo…por qué?”. Ella parpadeó para hacer retroceder las lágrimas en sus ojos, sobrecogida por las emociones. Muchas partes suyas guerreaban unas con otras. ¿podía confiar en él?, ¿debería confiar en él?, él no había sido honesto desde el principio… pero su leona interior… carajo, la estúpida gata sufría por él como por su siguiente aliento.

“El está diciendo la verdad My”.

Maya se dio la vuelta y enfrentó a quien había hablado. Su cuerpo reaccionó
instintivamente. Se relajó cuando se dio cuenta de que era solo Carly.
“Pero…” Carly la silenció con una mirada. Maldita.
“Puedes no conocer todo lo que hay que saber acerca de las bolas de pelo, pero
tú y ahora tu gata, deberían saber que él está diciendo la verdad. Infierno, si no
estuvieras dentro de una carnicería de cambiantes, con restos de carne cruda
esparcida, podrías olerlo sobre él”.
Ella levantó una ceja “¿De verdad? ¿Podré ser capaz de saber si él está mintiendo sólo por su olor?”
“Sip. Y también… si ha estado con otra mujer”. Carly asintió.
“Oh… eso es prometedor”. Un gruñido bajo capto la atención de Maya.

El Es Mi Leon (Terminada)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora