X.-"Verdad pos-moderna, mentira absoluta"

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La turba embravecida, alterada y confusa; supuso que escapar de aquel lugar a toda prisa era una buena idea; pero no fue así. Tras ponerme de pie con ayuda de alguien mas, me tomo unos pocos segundos estabilizarme y lograr divisar que eran decenas de personas las que se encontraban en el suelo, siendo sofocadas y pisoteadas por la multitud.


Aquel sujeto me miraba como si estuviera esperando algo de mi. Su parecido con Mitsuki era increíble. El me tomo por los hombros y me preguntó:

-¿Estas bien, Ariadna?- Sabia mi nombre, su semejanza con el hijo de Tsukuyomi era exagerada, mas lucia un tanto diferente. Tenia el cabello corto, sus ojos ambos negros y su vestimenta tenia colores vivos.

-¿Quien sos, realmente sos vos?- Le pregunté. De alguna manera aun no estaba del todo convencida. Ademas, aquellas alucinaciones aun me desconcertaban, produciendo incertidumbre acerca de mi capacidad para lograr distinguir lo real de lo irreal.

-Soy yo... Mit-

-Oh, no... discúlpame- lo interrumpí- te confundí con alguien mas, gracias por ayudarme, de verdad- le dije y me fui mezclándome entre la multitud. Lo deje atrás y no voltee a verlo, aunque me moría de ganas.

La maquinaria de mis pensamientos se puso en funcionamiento...

"¿En verdad es el? No lo puedo creer" Pensé.

"¿Cómo hizo para llegar hasta acá? Ademas logró encontrarme y justo en esta situación... Me gusta su nuevo aspecto, mas masculino y sobretodo mas prolijo..." Me decía a mi misma mientras recordaba la imagen de aquel Mitsuki callejero de Falktown.

Llegue a mi departamento y me sentía adolorida, cansada e ilusionada. Me miré en el espejo y tenia moretones en brazos y piernas, en la mejilla y un labio partido. Hice un pequeño bollo con la toalla de cara y lo metí en mi boca, luego empape un algodón en alcohol y frote con este mis heridas.

Tras contenidas agonías, escarbaba en mi subconsciente... "No, no puede ser el. Las probabilidades son escasas ¡Nulas! Debe ser otra de esas alucinaciones. Tendré que ver a un psiquiatra" Meditaba sentada en la mesa frente a una porción de pizza que se enfriaba tras el correr del tiempo.

Luego, me recosté pero no pude dormir. Por lo que salí a caminar bajo el helado cielo, atmósfera sobre la cual se dejaban ver una alejada luna y multitudinarias estrellas. Camine por la diagonal hasta el obelisco, me senté frente a el y me "colgué" haciendo nada.

"No, no sabría decirte, discúlpame che..." se escucho a lo lejos la voz de un transeúnte respondiendo a las dudas de un turista.

"Me mataste, la verdad, ni idea" dijo otra voz ya un poco más cerca.

"Mmmm, no, no conozco... ¿Pero no tenes un numero? ¿Una dirección exacta? Que lastima..." respondió la mujer que estaba sentada al lado mio. Entonces el empecinado extranjero se colocó frente a mi y me dijo:

-Disculpe señorita, estoy buscando un edificio de unos diez pisos aproximadamente, es medio viejo y esta por la diagonal, cerca de este obelisco. Allí vive una vieja amiga mía, pero no tengo su dirección exacta ¿Usted conoce un edificio así por la zona?"

Sin levantar la mirada, le respondí :

- ¿No sabes algo mas? hay varios edificios así en esa avenida..- le pedí mas información debido a que era mi edificio el que coincidía con esa breve, pero general descripción...

-Emm, lo único que recuerdo de lo que me dijo quien me envió es que se encuentra junto a una farmacia o clínica, algún edificio que tiene que ver la salud...

La luna sobre nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora