Jeff The Killer (descubrimiento)

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Después de semanas de asesinatos inexplicables, el desconocido asesino todavía ronda por este lugar. Tras las escasas pruebas encontradas, una joven afirma que sobrevivió a uno de los ataques del presunto asesino. Con valentía, nos cuenta su historia.


"Tuve un mal sueño y me desperté en medio de la noche", dice la joven, "vi que por alguna razón la ventana estaba abierta, aunque recuerdo que la cerré antes de irme a la cama. Me levanté y la cerré una vez más. Luego, simplemente me metí debajo de las sábanas y traté de volver a dormir. Fue entonces cuando tuve una sensación extraña, como si alguien me estuviera observando. Miré hacia arriba y casi salto de la cama.

Ahí, descubiertos por el pequeño rayo de luz que iluminaba entre las cortinas, había un par de ojos. No eran ojos normales, sino oscuros y siniestros, bordeados de negro. En ese momento vi su boca. Una sonrisa ancha, tan horrenda que hizo que todos los pelos del cuerpo se me erizaran. La figura se quedó allí, mirándome. Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, habló. Dijo algo, una simple frase, pero dicho de una manera que solo un loco podría hacerlo:

"Ve a dormir."

Se me escapó un grito. Él sacó un cuchillo. Su objetivo era mi corazón, saltó a mi cama, pero yo me defendí. Le di una patada, que él esquivó, en seguida me derribó de un golpe y me sujetó. Fue entonces cuando mi padre entró.

El hombre lanzó su cuchillo, como respondiendo a un acto reflejo, que atravesó el hombro de mi padre. Probablemente habría acabado con él de no ser porque uno de los vecinos alertó a la policía, quien había sorprendido al intruso cruzando el techo de nuestra casa.

La policía descendió de sus coches patrulleros. Incluso yo me quedé anonadada cuando escuché sus pisadas en el césped de la entrada: había sido muy silenciosa y precavida, por alguna razón que no tardaría en conocer. El hombre se volteó, mientras la puerta principal se quebraba ante los golpes de los policías armados, y huyó por el pasillo. Escuché un ruido, como si se hubiera roto un cristal. Cuando salí de mi cuarto, vi que la ventana que estaba apuntando hacia la parte posterior de mi casa se había roto. Lo vi desaparecer en la distancia.

Te puedo asegurar una cosa: nunca olvidaré esa cara, aquellos ojos fríos y esa sonrisa psicótica nunca saldrán de mi cabeza.

La policía todavía está en la búsqueda de este hombre. Si ves a alguien que encaja con la descripción del sujeto de esta anécdota, por favor, ponte en contacto con su departamento de policía local. Ahora que sabes un poco sobre Jeff, seguramente te preguntarás por qué lo hace. Para saberlo, tendremos que retroceder un poco más en el pasado.

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