Del Otro Lado.

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Eduardo es un muchacho universitario aproximadamente de 22 años, que vive en un pequeño apartamento en el centro de la ciudad. Eduardo tiene una afición, le gusta leer cosas paranormales, mitos e historias de terror en Internet. Y esto ha sido de toda la vida, y es porque Eduardo de niño leía lecturas que no eran propios de su edad y por lo general estaba más en la casa de sus padres que jugando con sus amigos a mitad de la calle. A Eduardo le gusta tanto, que incluso, era moderador de tal página en la Internet sobre cosas oscuras. Normalmente se tomaba horas y horas en la computadora, ya que él es un estudiante y por lo general todos sus trabajos no son hechos a mano, sino por computadora.

Navegando por Internet, de madrugada, Eduardo entró a un foro x al azar de cosas oscuras. En el momento que estaba haciendo scroll hacía abajo, le llamó mucho la atención una muy en particular, era sobre un ritual, algo que él jamás había visto en Internet, y esto era extraño, ya que él sabía mucho sobre ese tipo de cosas. No tenía un nombre en especial, Eduardo hizo un gesto de extrañes, lo más lógico es que siempre tenga un título, pero solo salía como ritual, ni si quiera salía quien lo había publicado ni posteado, absolutamente nada. Eduardo no se lo tomo mucho en cuenta, uso el scroll hacia abajo y comenzó a leer:

La persona que haga esto debe de estar consciente en lo que esta apunto de hacer, debe de estar consciente de que este no es un juego y menos una de esas bromas que recorren en Internet.

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Eduardo al leer esto, tiró unas cuantas carcajadas, encogió los hombros en forma de mofa, bebió un poco de agua, apagó la computadora y se fue a dormir.

El problema de Eduardo es que por más que le fascinaba estas cosas, no las creía, para él simplemente eran un montón de historias.

Pero como toda persona , la curiosidad te hace intentar cosas para comprobar si es tal hecho o cosa real o no. Y para Eduardo no iba a ser la excepción. Eduardo lo intentó varias veces , pero sin ningún resultado alguno. Eduardo lo dejo así, como si nunca lo hubiera hecho.

Pasaron varios meses, y Eduardo había seguido su vida normal. Una noche, Eduardo llegó de la Universidad, cenó, y empezó a navegar en la computadora hasta las 2:00 a.m. . Eduardo, aburrido, apagó la computadora y se quedó unos cuantos minutos sentado en su silla, pensando, pensando en que tenía que hacer su proyecto para la próxima, y en las demás cosas que tenía que hacer en el transcurso de la semana. En eso, Eduardo se acordó del ritual que hace meses había leído en la Web. Era sábado y pues no había el problema de quedarse despierto hasta tarde, Eduardo lo pensó unos minutos, se levantó de la silla, dejó la puerta de la habitación semi-abierta, justo como decía que tenía que hacerlo y se recostó del lado inverso de la cama. El cuarto estaba en un total silencio, oscuro y lo único que Eduardo alcanzaba escuchar era un pequeño sonido de su reloj de mano que estaba a su costado.

Eduardo se quedo viendo la pared por unos cuantos minuto, en ese momento cerro los ojos y empezó a dormir.

Eduardo tardo media hora en quedarse completamente dormido, y en ese momento empezó a soñar. Eduardo en sus sueños escuchaba pasos muy profundos que se le acercaban, veía que algo lo estaba mirando,se percato que en el sueño algo estaba entrando lentamente a su cuarto,sentía que le agarraban los hombros y los empezarán a apretar fuertemente, como si una maquina lo estuviera aplastando vivo. En su desesperación Eduardo trataba de despertarse, quería gritar pero no podía, su conciencia le decía :"DESPIERTA DESPIERTA DESPIERTA DESPIERTA...", pasaban los minutos y la presencia se hacia cada más fuerte, Eduardo trataba de hacer girar su cuerpo para poder caer al suelo , pero no podía, lo peor era que empezó a sentir un terrible dolor en el pecho y él pensaba que le daría un pequeño ataque al corazón, gemía y gemía y en eso Eduardo se despertó y como si lo que acababa de soñar lo hubiese vivido segundo a segundo, se levantó desesperado y del miedo cerró la puerta de un golpe. Esa noche, Eduardo no pudo dormir, chillaba y chillaba, Eduardo estaba sudando y temblando, no sabía que hacer ni pensar. Pasaron los minutos y se quedo sentado en su cama, pensando en lo que había soñado, si realmente, lo que le había ocurrido en esos instantes fue real o no .

Pasaron varias semanas y Eduardo ya había olvidado el tremendo susto que le había sucedido aquella noche. Decidió no contárselo a su mejor amigo, Renato, ya que era obvio que no le iba a creer semejante anécdota tonta. Pero aquella noche, Eduardo empezó sentir lo mismo de la noche anterior, pero la presencia era aún más fuerte; Eduardo se despertó, pero se iba a dar cuenta que fue el peor error en su vida, puso la mirada hacia la puerta ,y en eso sus ojos contemplaron a la cosa oscura que estaba en frente suyo. Eduardo estaba en shock y lo que sea que fuese que lo estaba viendo directamente a Eduardo, no hizo, nada más que quedárselo observando y observando. Eduardo entró en pánico, la cara de horror de Eduardo era indescriptible ,quiso correr y gritar a los 4 vientos que se alejará de él "Vete Vete Vete", que lo dejará en paz, pero tenía miedo de levantarse de su cama y de que algo mala pasase. Eduardo agarró la sabana de su cama y se cubrió el cuerpo completamente y rogaba y rogaba de que la cosa esa se fuera de una vez por todas. Eduardo más no saco la cabeza en toda la noche hasta que amaneciera y se sintiera a salvo.

Luego de esa noche, Eduardo no volvió a ser la misma persona, tanto así que dejó de ir a la Universidad, de frecuentarse con sus amigos... La vida de Eduardo ya no fue la misma.

Pasaran varias semanas y no se había vuelto a saber nada sobre Eduardo... como si nunca hubiera existido.

En el año 2008, el mejor amigo de Eduardo, Renato, en un desesperado intento de encontrar a Eduardo, logró entrar a la habitación de Eduardo donde desgraciadamente se dio con la impresión de que Eduardo se había suicidado.

Lo único que dejo fue una carta de despedida , pero lo más inquietante fue las últimas lineas que él había escrito:

" Me arrepiento de haberlo hecho,después de esa noche,no pude dormir más,intenté tomar pastillas para dormir pero no funcionó. Todas las noches él me miraba fijamente y yo trataba de evitarlo pero no podía. Él desde esa noche nunca se fue, eso nunca dejo de observarme y ya no puedo,el miedo me esta matando por dentro, he decidido no vivir más".

La curiosidad, puede ser muy interesante y peligrosa a la vez, y Eduardo lo entendió esto a la perfección...

¿Quieres saber algo muy curioso?

Muchas personas creen, que el umbral de la puerta, es una conexión de este mundo con el otro mundo.


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