Rito

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Seiya aventó una liana.

—¡Agárrate fuerte!

Pero no logro subir, estaba demasiado deshidratada y débil. El mismo tendría que ir por ella. Y a pesar de que era inexperto en la superficie, Seiya logro bajar y sacarla.

—¿Cómo te llamas?

Ella tembló entre sus brazos y dijo quedamente: Usagi.

—Mi nombre es Seiya.

Temblaba por la falta de agua, pero sobre todo por la tristeza, había vivido momentos terribles, la última vez que vio a sus padres, estaban tendidos en la playa y no respiraban; pero la mirada de Seiya, por alguna razón, la tranquilizo.

Seiya tambien comenzó a sentirse débil, no había bebido nada del vital liquido, sumergirse era la mejor opción, afortunadamente escucho el sonido de una cascada, decidió llevarla ahí, cargándola en sus poderosos brazos, procuro no mojarse, se hinco para tomar agua con sus manos, no quería mojar sus piernas, no debía hacerlo, porque su cola de tritón regresaría y no deseaba espantar a la chica, ella se hinco a su lado y tambien bebió agua, con mucha desesperación.

El tritón mirándola de reojo se preguntaba que color de piel y de cabello tendría, porque el lodo la cubría completamente.

Ella vio su reflejo en el agua, se avergonzó mucho, estaba demasiado sucia y el chico lindo de al lado, parecía un modelo de televisión. Se apresuro a la cascada, intento lavar sus jeans y su playera, ya más limpios se dio cuenta que eran solo pedazos de tela colgando de ella, en su cuerpo solo tenía algunos golpes y rasguños. A regañadientes se quito la ropa y solo quedo con su conjunto de ropa interior, de color rosa, su vergüenza regreso, no podía quedarse eternamente escondida en la cascada, tenía que salir y darle las gracias, por sacarla de la fosa, por salvar su vida.

—Allá voy, hare de cuenta que estoy en bikini— pensó.

Camino despacio.

—¡Dije Bikini!, ¡que pena!, mejor solo pensare que somos dos turistas, que nos encontramos en nuestras vacaciones.

Él suelo de roca, estaba resbaladizo, pero ya cuando estaba a dos pasos de llegar a Seiya, quien aun tomaba agua, le cayó encima, y lo tiro al agua.

—¡Perdón, perdón!

Seiya emergió del agua, pero no salió, pues ya su cola había regresado.

—¡Por Poseidón, que hermosa eres!

Exclamo sin preocuparse por su transformación. Ella se ruborizo, pero el agua de la laguna era tan cristalina, que logro ver su cola.

—¡Eres un tritón!— exclamo eufórica señalándolo — ¡No me gusta el pescado!— Seiya frunció el seño— lo que quiero decir es que como no me gusta no lo como, aunque mi madre me obligaba, que por que es rico en omega tres— Seiya sigue frunciendo el seño y sonriendo divertido, de las ocurrencias de la rubia— de hecho soy vegetariana, pero si me encuentro con una planta que hable, me moriré de hambre.

—Pues si existen— afirmo Seiya desde al agua.

—¡No!

—Si.

—¿Entonces tu que comes?

—Me como las que no hablan— Seiya soltó una carcajada— solo bromeaba.

Ella tambien comenzó a reír.

—Voy a salir— anuncio Seiya— pero me he quedado sin mi ropa, especial.

Ella entendió el mensaje y se dio la vuelta, nunca había visto a un hombre desnudo, ¿un tritón desnudo, contaría?

Seiya salió, en sus manos llevaba su ropa de algas, su cola se empezó a secar, mientras arreglaba su bermuda. Usagi se sentó y su vergüenza regreso, al sentir la mirada penetrante de Seiya en su espalda, se le había olvidado que estaba en ropa interior.

Taiyou: Mi océano eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora