03. Eliab y Abigail

213 6 0
                                    

Dios nunca te dará lo que tu quieras, el te dará lo crea que necesitas...

Marcos capítulo 6:30-44

Hechos 10:43

Sigo pensando en las palabras de aquel joven, él me dijo que sí caminaba hacia el este podrían contar a Jesús, espero encontrarme con alguien más que me Oriente...
¡Ah! Creo que ahí hay alguien...
¡Hola parece que llavais un largo camino andando.
¿Quieres un manzana? Las acabo de recolectar.
¡Hola! Si, muchas gracias. ¡eres muy amable! Me llamo Eliab.
No hay de que por aquí pasan muchos viajeros y me gusta ayudarles en la medida de mis posibilidades, yo me llamo Abigail ¡es un placer conocerte! ¿Hacia dónde os dirigís?
Tengo un cántaro de agua cerca de aquí, por si tenéis sed...
¡Gracias! Me gustaría llenar mi cantimplora, si es posible, me dirijo hacia el este, estoy buscando a Jesús el Galileo.
¿También tu? Muchos son los que han partido últimamente hacia betsaida y más allá impulsados por las fuerza de sus palabras y sus actos.
Es curioso... un día corren rumores de que Jesús come con los publicanos y recaudadores de impuestos y, al día siguiente la gente habla de cómo entró en el templo con un látigo, derribando las mesas de cambio y acusando a los que usan nuestras tradiciones para lograrse... ¿no os parece un poco contradictorio?
Tal y como dices, parece que ese Jesús causa confusión... no entiendo cómo es posible eso que dices.
Pues yo tampoco. Creo que, queréis una respuesta tendréis que preguntarle a él directamente. ¿Habéis escuchado las últimas noticias?
No, ¿que noticias?
Han venido viajeros del este, contando como Jesús alimento más de 5000 personas que llevaron escuchando todo el día. ¿Sabes cuántas mulas cargadas de comida se necesitan para esto? Y dicen que tomó sólo algunos panecillos y algunos peces, y simplemente lo repartió a la multitud ¿te lo imaginás? si tiene tanto poder como dicen... ¿que le impediría sentarse en el trono de David y liberarnos de la opresión de los romanos? ¡jamás pasaríamos hambre de nuevo!
Sinceramente, lo que me cuentas es bastante difícil de creer.
Ya sabes... a veces las historias al pasar de boca en boca se magnifican. ¿Conoces a alguien que haya estado entre esa multitud?
No realmente... pero me gustaría creer que por fin Dios se ha compadecido de nosotros y ha enviado al príncipe prometido.
Sabes la gente habla mucho de Jesús, y uno no sabe hasta qué punto creerse lo que oye, sin embargo hay algo que yo sí sé de primera mano.
¿De verdad? Cuéntame... me interesa mucho.
Una de mis hermanas mayores es seguidora de Jesús, no es muy común que una persona tan importante acepte mujeres como discípulas y seguidoras hoy en día, pero Jesús es diferente...
A Jesús no le importó que sea mujer, a pesar de esta sociedad tan sumamente machista, el aceptó y demostró una forma de dignidad, respeto y amor que nunca ha visto en nadie más. ¿sabes que incluso predicas sus enseñanzas por igual a hombre y a mujer? Nunca se nos ha permitido aprender las escrituras del mismo modo que a los hombre, pero Jesús no hace diferencia, para el somos iguales y parece que nos tiene en cuenta y nos valora como a un tesoro.
¡Vaya! No sabia nada de eso.
¿Tu hermana esta aquí? ¿podría hablar con ella? Quisiera preguntarle más acerca de Jesús...
Regresó una temporada a visitarnos, pero se volvió a marchar tras él.
Parece que tiene muy claro que quiere seguir a Jesús hasta el fin del mundo. ¡Y no me extraña!
Debe ser el único que nos trata como a personas con el mismo valor que cualquier hombre.
Lo que cuentas suena conmovedor me alegra que Jesús os trate así de bien.
Bueno, ahora que has logrado entender y que has logrado convencerte de que Jesús no solamente cambia nuestra vida física sino también nuestra forma de pensar y nuestra forma de actuar ¿qué harás? Sea lo que sea que hagas nunca dejes de buscar a Jesús, él es el único que puede aclarar tus dudas.
No quiero entretenerte por más tiempo.
Me ha encantado conocerte.
Sin embargo antes de irte me gustaría que me prometieras algo.
¿De que se trata?
Prométeme que volverás algún día por aquí, una vez hayas encontrado a Jesús, para contarme tu historia... así podré saber  si has conseguido lo que buscas ¿prometido?

Prometido. De todas formas pensaba volver, aunque fuera para comprar una canasta de sus deliciosas manzanas.
El camino está muy largo, a veces me siento un poco cansado en esta búsqueda, a veces siento que estoy un poco desorientado pero, pienso que cada vez que estoy un poco equivocado en el camino aparecerá alguien que me orienta, sé que aunque no soy muy consciente de que el señor está siempre por delante de mí él está actuando; él está caminando delante de mí, está poniendo el camino para que yo alcancé a llegar a Jesús.
Pero en este momento estoy pensando en las palabras que esta mujer me dijo, sé que yo no conocía Abigail antes, no sé de dónde salió esa mujer pero, sin embargo me ha enseñado que el señor está dispuesto a socorrer a cualquier persona sin importar el tipo, sin importar las razas, sin importar el pueblo al que pertenezca y mucho menos le da importancia al género. Es impresionante ver todo lo que el señor hace en las demás personas. Por eso yo quiero seguir en la búsqueda de este Jesús, porque yo también quiero experimentar esos cambios en mi vida.
Y, si tú también quieres experimentar estos cambios sigue caminando conmigo, sigue buscando ese Jesús y nunca te rindas, pero si quieres encontrar un mapa, si quieres hallar una brújula que te guíe a Él... es la palabra del señor

La tarea para el próximo capítulo es: Leer Ester capítulo 1 y capítulo 2 y familiarizarse con toda la historia de Jonás.

En busca de Jesús (Viaje Al Nuevo Testamento)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora