05. Eliab y Rufo el paralítico de betesda

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Cuantas veces caemos y nos levanta, muchas veces lloramos y nos consuela. Ese es Jesús nuestro todo...

Juan 5:1-18

Ya veo a lo lejos la ciudad de betsaida, vamos por buen camino, no creo que tardemos mucho en llegar.
Allí podremos descansar un poco, mientras preguntamos si alguien sabe dónde encontrar a Jesús. Quisiera aprovechar para agradecerte tu compañía durante todo este tiempo, me has acompañado sin quejarte ni una sola vez, aveces luchó contra la tristeza, sobre todo cuando pienso en mi hermana pero con amigos como tú, es difícil estar triste; ¡y qué bien que ya estamos un poco más cerca de nuestro destino!
Oye, creo que por ahí viene alguien...
¡Eh, hola!

¡... ....!

Hola

¡... ...!

¡Eh, espera...!
¡Pero bueno! Se ha ido corriendo...
Si puede correr tan bien, ¿que hace con esas muletas en la espalda?
Bueno ya aparecerá, de momento hay que continuar.
¡Eh, hola!
¡Espera un segundo, no te bayas!

...

Pero... ¿será posible ? Vuelve por favor necesito preguntarte algo...

...¡Hola caminante!

¡Anda! te ha picado la curiosidad cuando he dicho que quería preguntarte algo, ¿eh?

¡Ja, ja,ja! Rufo siempre tiene curiosidad aunque a Rufo le gusta más correr, eso es todo, le encanta correr de un lado para el otro.

¡Eso ya lo veo! no hace falta ser muy listo para darse cuenta de que te gusta correr. ¿porque te gusta tanto si se puede saber? ¿y porque llevas esas muletas en la espalda?

Hmmm... no puedo decirlo. ¡es un secreto!...
Vale, vale... es posible que Rufo se lo haya contado a una o dos personas, quizás a tres, no as de cuatro eso seguro, seguro.
Como máximo cinco o seis, y si te lo cuento a ti, serian ya unas diez personas que.lo sabrán... Sin contar mujeres y niños... ni mayores de sesenta años.

¡Ja, ja,ja! Bueno; si es un secreto no hace falta que me lo cuentes.

¡Hay! ¡esta bien, esta bien! Si te pones tan insistente, te lo contaré.
A rufo le gusta correr más que nada en este mundo, porque Rufo nunca había tenido esa oportunidad; debes saber que hasta hace poco Rufo no podía andar.

¿Has estado enfermo sin poder andar? ¿ por eso llevas esas muletas?

Así es. Rufo nunca había podido caminar... hasta que...

¿Si? ¿ que paso?

Hmmm...¡Rufo no debería decirlo! Rufo prometió que no se lo contaría a nadie.

De acuerdo, de acuerdo... no quiero presión...

¡Jesús, el maestro, me curo! Lo curo bien curado, ¡si señor! ¡por dentro y por fuera!

Jesús... ¿Jesús te curó? Rufo, ¿lo dices en serio?

¡Rufo siempre habla en serio! Jesús, el maestro fue quien me curó de mi enfermedad, por eso ahora puedo hacer lo que más me gusta: ¡correr y correr!

¡Pero cuéntame más rufo! ¿qué pasó? ¿cómo es que Jesús te curó? lo que me estás diciendo es muy importante para mí. ¿Sabes? yo estoy buscando a Jesús. 

¿Estás buscando a Jesús el maestro? ¡en ese caso lo encontrarás! Oh si... todos los que buscan al maestro, de corazón, siempre lo encuentran.

En busca de Jesús (Viaje Al Nuevo Testamento)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora