Destino. Primera parte

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Universos, galaxias, sistemas solares, planetas. Son muchos los sitios que existen; existen desde hace mucho tiempo atrás. Pero, de todos ellos no hay o habrá lugar alguno de los universos existentes, tan lleno de maravillas capaces de embelesar a cualquier dios, que el planeta Tierra del universo 7 (Pues la Tierra del 6 desgraciadamente fue destruido a causa de la estupidez de los humanos).

Dicho planeta localizado en un punto del cuadrante norte fue escogido (involuntariamente), como el nuevo hogar para algunos saiyajines sobrevivientes (El hijo mayor del Rey estaba incluido en la lista).

A raíz de una serie de sucesos o mejor dicho: "Cadena de coincidencias", fue que el testarudo y orgulloso príncipe sin reino, se estableció en la Tierra y de paso hacerse de su propia familia. Las cosas parecían marchar bien tras haber enfrentado a varios enemigos y deshacerse del viejo Frezeer de una vez por todas. Sin embargo, aquellos seres no advirtieron que sus vidas cambiarían abruptamente; pues, Bills había despertado nuevamente de su letargo (Y que aquel dios no había olvidado el trato que el padre del príncipe había dejado pendiente)

—¡Vaya!— Exclamó Wiss con notable sorpresa— Es increíble que haya dormido tan poco en esta ocasión.

—Lo que pasa es que no he podido pegar el ojo a mis anchas debido a esa promesa.

—No me imaginaba que aún insistiera bastante respecto a ese asunto. ¿No sería mejor que dejara todo eso en el olvido?— El ángel comenzó a colocar una serie de platillos extraños en el comedor del salón principal.

—De ninguna manera, quiero hacerle pagar a ese rey su insolencia, tú sabes bien que no perdono tan fácilmente— Dio una enorme mordida a un pedazo de carne—De hecho, nunca he perdonado al que me ha ofendido. Por cierto, debo preguntarte ¿En dónde se encuentra ese saiyajin?— Wiss en seguida saca su báculo, mira fijamente el orbe de cristal en este para buscar alguna pista, tras buscar un par de minutos por fin da con el paradero del príncipe Vegeta.

—Al parecer están en un planeta de la galaxia del norte llamado Tierra

—¿Y qué hay de este?

—Por absurdo que parezca el príncipe se unió a una terrícola y además han tenido familia. Al parecer la mujer está esperando un bebé que pronto nacerá.

—Esperemos que sea una niña, y que la mujer no se vaya a morir como lo hizo la reina. Creo que es hora de hacerle una visita a la familia real de nuevo.


—Está bien, pero debe tomar antes un baño Sr. Bills, No sería correcto presentarse ante esas personas con ese aspecto descuidado.

—Que fastidioso eres Wiss— Dijo el dios refunfuñando.

Mientras el dios se acicalaba en las aguas termales, Wiss por su parte se dispuso a elaborar unos bocadillos para su largo viaje hacia la tierra— Supongo que con esto bastará— Musitó el ángel satisfecho de haber llenado 10 contenedores.

—No entiendo porque me obligas a realizar este tipo de cosas

—Qué cosas dice Sr. Bills, no vaya usted a dar una mala impresión, ha dormido por muchos años y es lógico que usted apesta a chivo— Wiss se carcajeo bastante fuerte, a lo que Bills no le hizo gracia alguna. Aunque su maestro estuviese en lo correcto. Una vez calmados los ánimos, ambos se dirigieron hacia la tierra (Bastante entusiasmados, por cierto; bueno, en especial Bills quién esperaba buenas noticias esta vez)

No tardaron un par de horas para vislumbrar su punto de llegada, la tierra parecía un planeta agradable, con un bonito clima. Mucho mejor que el planeta vegita incluso. Aquella visita comenzaría por marcar el duro destino del Sr. Bills

El destino de la LunaWhere stories live. Discover now