ACTUACIÓN DE PRIMERA •temporada 1•

Capitulo8 no me va a alejar de mi chica

-yo quería saber si te gustaría ser mi novia- soltó de golpe
-¿¡que!?- Sarah se levantó y empezó a caminar por toda la sala, ambas no decían nada.

-Tay ¿hablas en serio?- se detuvo un momento para verla
-claro que hablo en serio- se levanto para quedar a su altura -Sarah, me gustas, y me gustas demasiado y no solo físicamente, tu persona, tu forma de pensar, todo en ti me capturo y me atrapo desde el momento en que te vi, y me gustaría iniciar una nueva aventura junto a ti, donde solo seamos nosotras dos, compartiendo nuestro amor, amándonos como nadie más en el mundo puede amar ¿que dices?- la vio nerviosa

-claro que me encantaría ser tu novia Taylor- la beso apasionadamente
-me encantaría ser tu compañera de vida e iniciar esta etapa juntas, amándonos, amándonos diario como si el mañana no existiera, con la certeza que al día siguiente tu estarás a mi lado, apoyándome y yo estaré para ti, pase lo que pase- junto sus frentes -siempre estando juntas, en los momentos buenos y más en los malos, siendo una misma persona-

Taylor sonrió, era un momento muy especial para ella, y lo estaba compartiendo con alguien muy especial
-entonces vamos a celebrar, dime que no preparaste la cena-
-la verdad es que no, me dedique a leer guiones todo el día-
-¡perfecto! Arréglate saldremos a celebrar este glorioso día-
-¿a donde?-
-ya lo veras- le guiño un ojo-
-te amo- Sarah la beso
-yo te amo más- respondió al beso.

-¡mamá ahora está es mi película favorita!- los pequeños salieron muy contentos del cine
-lo se amor, estuvo muy divertida- le dijo Charlie a la pequeña Winter

-y a ti, Pemau ¿te gusto la película?- le pregunto a la pequeña que iba callada y de brazos cruzados, haciendo puchero
-no, yo quería que el monstruo se los comiera a todos- apretó su agarre a sus costados, causando la risa de las mayores
-pero nena, eso no está bien- replicó Yael.
-ese era mi final feliz- respondió la pequeña, causando la risa de todos.
-pero Pemau, el monstruo no comía humanos, el comía vegetales- hablo Ginger.
-¡que asco vegetales- los niños una vez más se desconectaron del mundo, para iniciar su plática.

-ya, ya, mejor busquemos a Laura para irnos- Charlie levantó la mirada y se encontró con una Laura algo ida, iba caminando por la plaza, pero con la mente en otro lado, y su color era muy pálido, más pálido de lo normal, y llevaba los labios secos, ya que le contaba trabajo respirar por la nariz

-Laura ¿que sucede?- pregunto Yael algo preocupada al ver la actitud de su amiga
-nada, nada- replicó la más alta, regresando su mente a su cuerpo.
-¿como que nada? Estás más pálida de lo normal-
-es solo cansancio, necesito dormir, no es nada de lo que deban preocuparse, lo prometo- no volvieron a tocar el tema, lo que resto del camino, estuvieron calladas, el único ruido que se oía era el de los pequeños, que iban platicando

Al llegar a casa de Charlie, se despidieron de Yael, ahora los 4 pequeños iban dormidos, y Laura la ayudo con Winter, mientras que Charlie cargaba a Ginger y Oz.
-hasta mañana, que descansen- se despidió Yael
-buenos noches- contestaron unísonas.

Entraron al departamento y lo primero que pensó Laura era, que era un lugar muy modesto, contaba con 4 recamaras, 5 baños, un comedor, una cocina enorme y una sala. Sin mencionar los juguetes que estaban regados por todos lados.
Sin intensiones, Laura piso un peluche, lo levantó y lo observo, para después ponerse a llorar.

Charlie iba saliendo de dejar a su último hijo en la cama y la vio sufriendo, sin pensarlo dos veces corrió a abrazarla.
-¿que sucede?- pregunto angustiada
-la extraño tanto, extraño a mi pequeña- dijo entre jadeos, apretujando el muñeco a su pecho.

-lo siento tanto, puedo imaginarme tu preocupación en estos momentos- no la soltaba
Laura no contestó, solo lloro un poco más hasta que se calmo
-perdón por mi arranque, no vuelve a suceder- se limpió las lágrimas