Solo es una ilusión...

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Llueve fuerte afuera los meteorólogos pronosticaron lluvias moderadas por la mañana, ahora es un huracán de categoría tres que va hacer destrozos en California.

-Si papá no saldremos a ningún lugar... no te preocupes estamos bien... Si papá... No... Mira por la ventana... Si yo le digo... Adiós papá... Si... Adiós ve a trabajar papá.-- miro a Matt mientras corta la llamada con su papá.

-Se preocupa mucho por nosotros ¿verdad? Es un buen padre. -- un poco controlador pero es buen padre.

-Si... Dijo que te mandaba saludes y que hoy estaba a cargo-- ja desde cuando.-- así que tendrás que obedecer mis órdenes y la primera es ir a comprar pizza.

--Tu no estás a cargo no mientas, yo estoy a cargo y no saldremos a ningún lado, no ves los rayos que hay allá-- señaló la ventana y si hay muchos rayos que están cayendo en el mar-- pero...-- hoy romperé las reglas- iremos... A comer pizza.- le guiño un ojo y su rostro se ilumina.

-Solo por esta vez romperé el código de protección que tu padre dejó- el me hizo prometer siempre cuidar a Matt y tener precaución demás.

- ¿Enserio? Por fin haces algo que yo quiero.

-Vamos antes de que llueva más fuerte, y el supuesto huracán toque tierra.

Salimos en mi auto y llegamos a pizzería, ya sentados se nos acerca Danny un chica bella de cabello castaño y ojos color miel, un poco bajita más o menos 1.50 pero sus tacones le ayudan.

- Vaya al parecer sólo un huracán los puede sacar de su penthouse chicos, o debería decir de su castillo-- si vivimos en un penthouse dos veces más grande que uno normal, pero el lujo no te hace importante.

-- Pues en realidad... El huracán fue quien hizo un milagro en Alli, ya que acepto mi propuesta de venir a comer pizza.

- ¿Enserio? Wow entonces el nombre que le han puesto está mal, mejor debería llamarse Milagro- dice mientras ríe- tal vez mi ex me llamé- ¡hey! El sarcasmo es lo mío.

- Esa estuvo buena- digo mientras río y miró el menú  y ella se retira- yo quiero... Una personal de queso y pepperoni y Matt... ¿Cual quieres?-- al no escuchar respuesta lo veo y está completamente hipnotizado por ¿La chica de la cafetería? ¿Que hace aquí? ¿Nos esta siguiendo? Esto es raro.

-¿Matt?- nada- ¡¡Matt!!

Da un respingo por mi gritó y los demás nos miran, se gira y su cara es épica.

- ¡Allison Sangster!- grita en un susurro- ¡¿porqué gritaste?!

- Te hablé y no me prestabas atención babas- hasss! Tarado.

-Estaba viéndo que hay poca gente y... Que... Es un lugar grande... Y qué...- tartamudea

- Que la rubia de la cafetería está aquí- completo.

-Si...- su carita... Aawww... Tiene un carita de bebé en este momento, siempre se lo digo a tus veintiún años sigues con cara de bebé.

-Si sabes que esto es raro cierto, pero para salir de dudas y que también dejes de babear la mesa, ve con ella y háblale sin importar que se llame igual que tú ya sabes quién.

- ¿Tú crees? ¿No estaría mal?-- niego con la cabeza- Okay- se levanta y camina hacia dónde está ella- deseame suerte- me susurra.

-No la necesitas eres genial- le respondo aún que ya no me escuche.

Miro de nuevo el menú y mientras espero que Danny regrese para anotar nuestro pedido tomo mi celular y veo que tengo algunos mensajes, todos sobre la despedida que haremos en una cabaña fuera del estado.
Respondo algunos y otros no pero algo cambia, de pronto ya no hay voces ni sonidos de la cocina no hay murmullos y la voz de Matt... Ya no está.

•Alma De Fénix• (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora