final

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Pasaron los días, haciéndose semanas interminables y agonizantes, pero siente que vale la pena cuando le ve llegar hasta su banca favorita, donde le había citado.

- Diez minutos tarde como siempre – se queja un Minho sonriente, aunque él parece un poco serio.

- Lo siento – se disculpa Taemin mientras se sienta a su lado, dejando un poco de espacio entre ambos – estaba con Taesung hyung – se excusa y le mira con pena.

- ¿Y qué dijo? – pregunta Minho para tranquilizar el ambiente que parecía tenso de repente.

- Terminé con él... - Minho le mira sorprendido.

- ¿Con Taesung?

Y por lo distraído que era, logra que Taemin ría divertido y sonría lanzándose a sus brazos.

- Siempre te amé Min y lo dejé porque quiero completar mi historia contigo.

Minho se queda callado y sorprendido, sujetándole de la cintura, mirándole a los ojos que brillaban mucho más que el sol resplandeciente de medio día. Hablaba de Junki, acababa de darse cuenta.

- ¿En serio lo hiciste? – pregunta sujetando su rostro, acunándolo con cuidado.

- ¿Terminar con Taesung hyung? – se venga por su distracción eterna, un aspecto que adora de él.

- ¡Tonto!

Ambos ríen y Taemin termina con un suspiro, porque le costó aceptar que eso podría ser, le costó arriesgarse y aún en ese instante se siente flotando.

- Te amo – se confesó Minho, con el corazón en la mano, entregándoselo con necesidad, porque se sentía frío y solitario sin él.

- ¿Y por qué no me lo dijiste antes? – y también descubría que Taemin era excelente arruinando momentos románticos.

- Porque tenía miedo de que alguien tan bonito como tú no me correspondiera y si lo hacías tenía miedo de mis padres y mi familia y todo – y aun ahora se preguntaba cómo reaccionarían, pero no importaba demasiado, porque ya era un hombre independiente, no necesitaba de la aprobación de nadie.

- ¿Y ahora? – pregunta creyéndole todo sin cuestionarle absolutamente nada, entregándose por completo y románticamente a ese amor.

- Ahora puedo amarte sin importar nada.

- ¿Beshito?

Minho se avergüenza inmediatamente porque ve esos morritos abultados rogando por un besito, le ve con los ojos cerrados y las mejillas sonrosadas.

También descubría lo bonito que podía llegar a ser cuando se ponía cariñoso.

- Beshito.

Y al fin lo besó.

Y aun con miedo, con la gran incertidumbre de si podrían hacer que eso funcionase, se toman de la mano y caminan juntos hacía su heladería favorita, sin importar que algunos los mirasen extrañados y otros ni les miraran porque tenían cosas más importantes que estar viéndoles.

Taemin se sonroja cuando lentamente Minho le abrazaba y lo tumbaba sobre la cama para besarle. Aun después de tantos meses todavía se avergonzaba y sentía por un millón las tontas y ridículas mariposas en el estómago. Y un poco más abajo.

No importa - 2minDonde viven las historias. Descúbrelo ahora