Demonios celestiales.

CONFIA EN MI

¡¡Hola!! Aquí esta el nuevo capítulo. Perdón por el enorme retraso que tuve.

...

¡Maldito destino! te pone en las peores situaciones y por su puesto con las personas que esperabas que se fuera al demonio, pero no el destino se empeña en que tu vida sea una basura, ¡Gracias destino!, ahora tendré que pedir disculpas por las cosas que hice en el pasado.

- Gracias Seiya. - Me separe de su agarre.

- No me las tienes que dar.

Seiya se paro con una mano extendida hacia mi para que pudiera ponerme de pie. Una vez estuve de pie intente escapar como la gran cobarde que soy, pero Seiya no me lo permitió.

- Es muy típico de ti, pero esta vez no Serena, me debes explicaciones y las quiero, las necesito.

- ¡Que quieres que te diga! – Espete. - ¡Te use, te lastime y te deje de querer eso es todo! – trague grueso, si, sé que él es la persona menos indicada para desquitarme, pero estaba a punto de explotar. - Lo lamento, pero no estoy preparada para darte explicaciones que ni yo misma tengo.

- Adelante desquítate todo lo que quieras. Escupe todas las jodidas mentiras que quieras, porque a la única que lograras engañar es a ti.

No podía seguir en esta disputa, esto esta jodido, ¿qué es lo que no podía entender?, ¡Acabo! Eso es lo que tiene que entender. No tenia la necesidad de seguir discutiendo en medio de la cera, me sequé los últimos rastros de lagrimas y emprendí mi regreso a casa.

- ¡Hey tú! A donde crees que vas. - Me toma del brazo bruscamente, haciendo parar en seco.

- A casa, ahí es a donde voy a ir. – agregue fastidiada e irritada por toda la situación.

- Lo siento, pero eso no lo voy a permitir. Te dije que quería algo y lo voy a obtener ya sea por las buenas o por las malas.

Me tomo de la cintura para después levantarme y ponerme en su hombro como si fuera un costal de papas. Empezó a caminar por toda la calle yo pataleaba y gritaba, pero a la gente le parecía correcto no inmiscuirse en asuntos ajenos. Después de todo tan solo parecíamos una pareja de enamoradas peleando como de costumbre. Así que por el bien de mi garganta deje de gritar y hacer el ridículo por toda la calle.

- ¿Cómo está la vista allá abajo? – pregunto Seiya sarcásticamente.

- ¡Sigues teniendo un trasero muy bonito!, Pero eso no te quita lo idiota. – Lo nalguee.

- ¡Hey! muñeca manos arriba eso es propiedad privada.

- Bueno ya que no sirve de nada gritar y patalear a donde carajos me vas a llevar.

Seiya no se molestó en contestarme solo siguió caminando hasta llegar a un BMW convertible. Me bajo de su hombro cuidadosamente, abrió la puerta del copiloto indicándome con la mirada que debía subir. Al principio lo dudé, pero después de una mirada de advertencia me subí sin decir pio. El subió al otro lado poniendo en marcha el coche. No quería que el viaje fuera incomodo, pero tampoco quería dar pie a una conversación incomoda. Así que opte por poner un poco de música.

Dentro de su playlist encontré "Do i wanna know de Arctic monkeys" sin dudar un momento más la puse. Debo admitir que esa canción le queda como anillo al dedo. Bueno nos queda.

Yo cantaba la canción a todo pulmón, Seiya solo sonreía cuando era necesario y cantaba conmigo partes de ella. Sentí que de aquella absurda manera le pedía disculpas. En el pasado cometí algunos errores. Algunos no, millones, pero no encuentro la manera correcta de decirle lo que paso. Jamás fue mi intención dañarle, aunque de su parte al principio fue un completo imbécil, eso no justifica mi manera de haberlo tratado. Además de que mientras más tiempo pasaba, verdaderamente se empezaba a formar una relación maso menos estable. Que termine por arruinar.