Aún. Recordando. Sintiendo. Abriendo heridas. Lloro. Sufro. Maldigo. Vivo.
Sentada observando cómo toda esta mierda me consume, cada recuerdo, el pasado, cómo me abraza sin piedad alguna. Quemándome. Destrozándome. Hiriéndome. Matándome.
Exagerada. Logro escuchar. Mi mente atormentándome otra vez. Pero solo puedo sentir el dolor clavándose en mi pecho. Una a una cada punzada, hundiéndose en mi ser, con tanta delicadeza y tanta furia a la vez. Intento detener mi llanto, las lágrimas en silencio recorren mi rostro, poco a poco, sin control. Es en vano, ellas continúan ahí.
Mis pensamientos me consumen, devoran mi alma. Me siento débil, sin fuerzas, arrastrada a esta puta realidad. Cierro los ojos, sus palabras se reproducen una y otra vez. Desaparezco en el vacío. Se desvanece su recuerdo. Caigo otra vez.
Continúo preguntándome, ¿Por qué me duele tanto?