Si estuvieses en mi cabeza, no lo soportarías, los pensamientos que la bombardean cada minuto, se vuelven infinitos y no sé si exista un fin.
De lo que sí te asombrarías, es de cuánto pienso en ti, cómo todo lo que me has dicho, se reúne solo allí.
Mi cabeza no cesa de dar vueltas, su rutina diara es así, inmutable, impasible, sigue su ritmo, no se detiene, hora tras hora, es así.
Los escenarios que ella imagina, les regalas la dicha, al volverlos reales, una realidad que supera esa ficción, que a veces duele tanto y me hace sufrir.
Últimamente mi cabeza está rara, ¿adivina qué?, apareces muy seguido allí, eso me afecta, me desconcentra, pero en cierto modo, me hace feliz.
Se hace una pregunta constante, ¿también pensarás en mí?