La inseguridad se acerca. Vuelve a atacar. Mis miedos se desenvuelven como la negrura de la noche. Observo la oscuridad que permanece en toda mi habitación. Me atrapa. ¿Funcionará?. Intento que mis malas experiencias no vaguen en mi cabeza. Me tiene bajo control.
Continúo cuestionándome. ¿Para qué?, estoy destinada a sufrir, no hay nada ni nadie que cambie eso. El problema soy yo, siempre lo he sido. Culpa, aléjate, déjame en paz. Me mata la agonía del pasado. Mi cabeza palpita. Palabras lejanas. Tacto. Siento cómo el pecho se estruja. Me falta el aire. Cierro los ojos con fuerza. Mi cabeza no para. Ataque. La calma regresa otra vez.