Prólogo.

551 71 20
                                    

Hay una fría corriente que se siente en el cementerio que me hace temblar, las hojas que van cayendo de una por una de los árboles hasta que ya no queda ninguna sola, da a entender que casi terminará otoño, comenzará diciembre y empezará el invierno más frío que he tenido en toda mi vida.

Meto mis manos en mi gabardina color café y me quedo mirando la lápida, como siempre cada vez que vengo. Suspiro entrecortado esperando que en alguna de estas ocasiones en las que yo venga, no sea real esto, que yo no esté ahí parado llorando y maldiciéndome cada vez que voy. 06/Mayo/1992 – 09/Junio/2018, Byun Baek Hyun. Aquí yacen los restos de un amado hijo, amigo y prometido. Es lo que dice la lápida, llena de flores secas de los árboles y sólo por las flores que le llevo hay color ahí.

Dejándote ir sin ningún tipo de sentimiento Practique haciéndolo cada día, pero sigue siendo difícil También practico como llorar secretamente mientras sonrió Pero siento que mi voz temblorosa se rendirá rápidamente.

Salgo de ahí con la cabeza hacia abajo tratando de no llorar, se cumplen ya 6 meses de su partida, hace seis meses que estuve con él y ya se ha ido. Él es y ha sido la persona más infantil y sincera que he conocido, amorosa... siempre decía lo que pensaba, podría ser algo molesto, sí, pero siempre te sacaba una sonrisa por lo peor que tú estuvieras ese día. Siempre que salíamos y nos agarrábamos de la mano siempre iba con una sonrisa en su rostro saludando a cada persona del local por el que pasáramos y hacia chistes que no eran de lo más graciosos, pero te hacia gracia cuando él te miraba y te decía; "¿No te dio risa? Bueno, para la próxima contrata a un payaso." Esa era la frase que detonaba todo y hacia que besara sus labios, suaves y tercios.

Vi una cafetería abierta así que decidí entrar y tomar el favorito que era de Baekhyun, que se había convertido en el mío después de que él se marchara. Siempre me despertaba con la sensación de que él estaba al lado mío en la cama y acariciándome el cabello como el solía hacerlo. Este café hacia que no me durmiera o que me mantuviera despierto para no volver a tener esas visiones de él en la acera.

—Hola Park, ¿lo mismo de siempre? —dice Livia detrás del mostrador.

—Sí, sabes que es un...

Un Expresso largo, un tono más suave, pero a la vez más amargo. Lo has estado pidiendo todos los días que vienes aquí desde... —corta esa frase antes de terminarla. — Lo siento, sé que es difícil, también lo extraño, era el único que me ayudaba cuando me quedaba sola.

—Claro, no te preocupes... todos lo extrañamos, solamente dame eso por favor.

Ella solamente asiente y hace una sonrisa forzada y pide que espere. Estoy viendo a todas las personas sentadas, unas riendo, otras en sus teléfonos celulares y otras simplemente viendo hacia afuera mirando los carros que pasan, como niños van corriendo de un lado al otro de la calle y sus mamás gritándoles que no tienen que correr.

—Un expresso largo para Yeol. Creo que pasaré luego a tu casa, no tienes que estar solo, aunque ya haya pasado tiempo... necesitas compañía.

—Seguro, te espero allá. Gracias por el café.

Sacudió su mano despidiéndose de mí y regresó a su postura habitual detrás del mostrador.

Seguía haciendo frio y no hacia falta mucho tiempo para que comenzara a llover, así que apresuré mi paso tratando que el café llegara sano y salvo a mi piso. Era en el quinto piso, así que debía de apresurarme. Pasé por varios locales ya cerrados por la hora, añadiendo que el clima no ayudaba mucho, a decir verdad.

El edificio donde yo vivía ya estaba lo bastante gastado, pero lo bueno era que todos nos conocíamos ahí, nos saludábamos, somos amigos, pero desde que se fue Baekhyun, el semblante de todos había cambiado. Subí al ascensor y presioné el botón para llegar a mi piso.

Puse la llave en la cerradura, giré y abrí la puerta. El ambiente al entrar a la casa cambió de como antes estaba, ya no estaba frío, estaba más cálido. Dejé las cosas en la mesa del recibidor y miré el periódico del 10 de junio, lo tenía ahí desde aquel día, estaba la noticia del accidente de auto junto con las víctimas que murieron ese día, solamente 1 persona murió. Giré el periódico y me quité la gabardina. Oí que cayeron unas cosas y sonaba que estaba alguien en la casa.

Los sonidos venían del cuarto principal, se me hizo extraño porque jamás habían robado aquí o en algún otro apartamento. Caminé sigilosamente hacia el marco de la puerta, se encontraba alguien parado frente a los pies de la cama. Tenia el cabello castaño oscuro, esa persona volteó y me sonrió divertido.

—Me he ido por un rato y ya has cambiado mis cosas. —le dijo Baekhyun riendo.

—¿Hyun? —dudé, pensaba que era algunas de mis visiones, pero se sentía real.

—Sí, ¿quién más sería?

Pero soy un tonto que no puede vivir sin ti
¿Qué quieres que haga?
Severamente, supongo que te amo muy severamente.

SEVERELY; ChanBaek (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora