Capitulo III

1.1K 133 22
                                    

3 años después.

La rubia caminaba desanimada al salir de la Academia, pues tanto el Nara como el Akimichi habían faltado a clase y tendría que irse sola. 

Se reprendía a sí misma el tener 8 años y no poder lograr ni la mitad de lo que había hecho su primo, a su edad el ya era Gennin y ella solo una vergüenza.

—¡Ino!, ¿por qué no me esperaste?.

La niña dio un mini salto en su lugar, la voz del Uchiha la había tomado por sorpresa y la pena se apoderó de ella.

Lo olvidé.

—Perdón, me distraje.

El Uchiha se dio cuenta de que había algo más detrás de eso. 

—¿Con qué?.

—Mi primo, el ya era Gennin a mi edad y yo sigo en la academia.

Sasuke lo entendió, no era nada fácil ser la sombra de alguien más.

—Te entiendo, mi hermano fue Chunnin a los 10.—Ambos tenían la cabeza gacha, se comprendían—. Pero mamá dice que cada quien tiene su tiempo.

—Puede que tenga razón.—Su visita se dirigió al pelinegro—. ¿Qué te parece si hoy te acompaño a tu casa?. 

—¡Esta bien!. 

—Vaya Sasuke, llegas muy temprano hoy

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—Vaya Sasuke, llegas muy temprano hoy. 

—Si, mira Nii-san, ella es Ino. 

—H-Hola.— Tenía los nervios a flor de punta, estaba frente al mismísimo Itachi Uchiha, el genio del que todos hablaban. —Y-Ya me voy, adiós Sasuke, hasta mañana. 

La pequeña niña se fue así como llegó, dejando a el mayor divertido y al menor un poco molesto, pues pensaba invitarla a comer. 

—Es una niña muy bonita. —Las palabras de su hermano lo molestaron y no pudo evitar fruncir el ceño—. Hasta parece que te gusta. 

Un ligero rubor Rosa adornaba las mejillas del infante. 

—Silencio, Nii-san baka.

Debería regalarle algo.

Al día siguiente, justo cuando las clases en la Academia habían terminado, Sasuke, frotaba sus manos con nerviosismo, había conseguido una rosa del jardín de su madre para dársela a Ino como regalo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Al día siguiente, justo cuando las clases en la Academia habían terminado, Sasuke, frotaba sus manos con nerviosismo, había conseguido una rosa del jardín de su madre para dársela a Ino como regalo. 

El grupo de cuatro niños caminaba en dirección al complejo Yamanaka, pues como era costumbre, dejaban a la rubia primero. 

—Emm… Ino, quería darte algo. 

Con sumo cuidado el de ojos negros profundos tomo la flor de su bolso y desvió la mirada hacia otro lado mientras ponía la rosa en manos de la rubia. 

—¿Eh?, no es mi cumpleaños. 

—Eso lo sé, pero quería dártelo. 

Un silencio perduró por algunos segundos, el sonrojo del Uchiha aumentó y en las mejillas de la rubia apareció Un ligero color rosa. 

—Gracias, Sasuke, es muy lindo de tu parte. 

Un beso en la mejilla lo tomó desprevenido, sus emociones colapsaron y ahora parecía un tomate vivo. 

Los dos restantes observaban en silencio, el Nara mantenía sus puños apretados y la cabeza baja, mientras que el otro lo miraba con pena. 

Como siempre, Sasuke siempre es el centro de atención, pobre Shikamaru.

Pensaba el Akimichi.

La rubia abrió la puerta de su casa y se volteó para despedirse. 

—Hasta mañana. 

Recibiendo por parte de Sasuke una sonrisa dulce y sincera. 

Si tan solo hubiese sabido que esa sería la última vez que viera esa sonrisa la hubiera observado más.

“En primavera las flores florecen, pero llegado el momento se marchitan”

Ino Yamanaka. Otra AlternativaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora