Regalada al mafioso [07]

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Miro a Nate muy cabreado. Él, muy tranquilo sigue comiéndose el paquete de maní y su teléfono sonando sin control hace rato.

Ni siquiera se molestó en ponerlo en silencio, en cortar o tirarlo por la maldita ventana si no quiere contestar.

Frené el auto de pronto y ambos nos fuimos para delante, agradecí al cinturón. Siempre lleven el cinturón puesto.

— ¿Qué sucede? — me miró muy asustado.

Arrugué mi frente.

— Vamos, Nate. Contesta el maldito teléfono. Me trae con dolor de cabeza — lo tomé y se lo estiré en su cara agitandolo.

— ¿Es por eso que has frenado así? — lo tomó con molestia —. Lo pudistes haber dicho.

Me crucé de brazos mientras él lo revisaba.

— Sé quién llama. Es Allison, no tengo ganas de escuchar su voz tan irritante  —dijo y el teléfono otra vez sonó. No tuvo más remedio que contestar. Igual si no quisiera yo lo haría hacerlo. De mala gana contestó — ¡¿Qué?! — se quedó en silencio — ¡Estas jugando! Justo ahora — formó una línea con sus labios — Si, si — rodó los ojos —. ¡Bien, está bien! Nos vemos allá — bufó para cortar la llamada y guardando su teléfono.

Enarqué mi ceja a todo lo sucedido.

— Tienes un serio problema con tus hermanas — dije con tono de burla.

Él me fulminó con la mirada y me reí.

— ¿Qué es tan malo para que casi me mandases al infierno? — pregunté bastante curioso y divertido a la vez.

— Allison está de vuelta — suspiró con cansancio y yo me alerté —. Viene más irritante que nunca — se pasó una mano por su cabello.

— Se supone que vendría hasta dentro de dos meses — dije acordadome de la fecha.

— Se supone, tú lo has dicho — me miró —. Quiso adelantar el viaje. Ahora no sé que voy a hacer. Con Leah era suficiente. Ella se pasa, es el doble —  se refirió a Allison —, más bien el triple, ¡incluso más! —  y soltó otro bufido.

— Suerte con eso amigo — empezé a conducir de nuevo —. Tendrás que aguantar a tu hermana solo — negué con mi cabeza. Pobre Nate —. Me iré con Emma hoy o mañana mismo. No aguantaré a Allison.

— ¿Qué? ¿Tan pronto? No lo hagas — pidió —. Te aprecio mucho, llevame contigo — dijo y negué con la cabeza bastante divertido por la situación.

Hay varias razones por la que Nate no le agradan para nada sus hermanas. Desde que sus padres se mantienen fuera de la casa él es quien se encarga de ellas. Tengo entendido que desde la primaria ha sido así. No porque sus padres fueran irresponsables, no, ellos lo eran para todo, menos, prestarles un poco más de atención. Son muy permisivos y les dan todo a su gusto. Nunca he escuchado que los han regañado por algo, solo les dicen "no lo vuelvas a hacer". Ahí entra Nate, él se encarga de hacerles saber que está bien y que no, las cuida para que no cometan alguna locura y siempre las anda a la raya.
En pocas palabras, es su niñero.

—¿A dondes piensas ir? — preguntó más calmado.

—No lo sé, lejos — dije divagando —. Ocupo salir de tu casa antes de que llegue Allison — antes de que ella actuara como una loca conmigo.

Allison está enamorada de mi, o eso es lo que dice ella, y cada vez que la tengo cerca es irritante, se me acerca e intenta besarme. Eso me recuerda a una vez que se metió en mi cama a media noche, cerró la puerta con llave y no traía nada puesto. También admito que es mi culpa y eso, Nate no lo sabe.

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