Regalada Al Mafioso

Regalada al Mafioso[06]

IG: _gerany.picado_

—Llegamos —dijo Nate.

Mi vista se posó en la casa que se encontraba frente a nosotros. En realidad era una mansión. Su color totalmente blanco y con un patio del frente inmenso, que tenía varios tipos de flores y árboles.

Estaba totalmente fascinada.

Nos dispusimos a bajar del auto y entrar a la casa. Me sorprendió al verla por dentro, era mucho más grande.

— ¡Su casa es hermosa! — dije al no poder contenerme.

Los dos hermanos rieron.

— Eso que aún no has visto el resto. Tiene de todo — dijo Leah avanzando. — Ven conmigo... — me agarró de la mano y me jalo con ella hacia las escaleras.

Mientras me llevaba así, mis ojos daban vueltas y vueltas viendo todo. Cada detalle era tremendamente fabuloso.

Y que decir de la habitación de Leah. Una cama donde podrían caber más de 4 personas, una mini-sala incluída y un gran espejo que cubría casi la mitad de la pared, detrás de este se escondía un vestidor. Seguiría describiendo todo, pero me tomaría tiempo.

Aquello parecía un departamento — cerca de serlo—,si lo veíamos desde otra perspectiva, pero era una habitación de una mansión.

— ¿Quieres darte una ducha, Emma? — preguntó Leah sacándome de mis pensamientos.

La volví a ver, esta ya se encontraba sentada en uno de los sillones.

— Sí — le contesté aún dando vueltas sobre mi eje viendo aquella habitación.

— ¿En que trabajan tus padres? — pregunté de la nada y no evité preguntar tal cosa.

Ella río bajo

— Mis padres son empresarios, tienen su propia compañía. Por el momento mi madre se está dedicando a su pasión desde niña, la botánica. La mayoría de las plantas y árboles del jardín los planto ella — decía —. Otras ya estaban aquí cuando mis padres compraron la casa. De hecho la eligió mi madre, quería un gran patio y lo obtuvo.

Escuchaba con atención lo que decía.

— Mis abuelos son ricos, ellos también ayudaron a comprar la casa porque en un inicio mis padres no tenían todo el dinero. Como verás la casa es inmensa y su costo muy alto — siguió explicando —. Y ahora ambos están en un viaje de negocios, tengo entendido que es muy importante.

—Mmm, entiendo —  dije procesando las palabras anteriormente dichas.

— Ajam — musitó asintiendo y se puso de pie.

— Aquí está el baño — me señaló una puerta. Su vista se posó sobre mi analizandome —.  No te puedo ofrecer algo de ropa, yo soy más delgada que tu — negué con mi cabeza y puse los ojos en blanco.

— No importa, compré este vestido en la gasolinera, así que esta limpió — caminé al baño.

— Bueno, te espero abajo — se encogió de hombros y seguido salió de la habitación dejándome sola.

MALCOM

— Entonces... Tendrás que hacer algo. Sebastián rebasó los límites — dijo con cansancio mi amigo Nate.

Asentí.

— Hay que ir a buscarlo. Lo más probable es que ya huyó — reí acordándome de lo gallina que es —. Será perdida de tiempo, pero así le haré saber que fue un error meterse conmigo.