*El juego desquiciado*

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Izaya se encontraba recostado en su cama mirando al techo, tenía que pensar en algo que lo llevara a la respuesta ¿Dónde podía Raj haber dejado aquellos documentos tan importantes para Awakusu?

Le daba y le daba vueltas pero no llegaba a nada. Algo lo sacó de sus pensamientos, un rubio se asomaba por su cama y miraba al pensativo pelinegro, por lo que a éste no le quedó de otra más que girar y mirar a aquél que no le quitaba la vista de encima.

- ¿Qué quieres? - hablaba molesto Izaya, pues era para él ahora más molesto no tener ni tiempo para pensar

Shizuo lo miraba y suspiraba, ese Izaya era un bipolar, se subió a su cama y se sentó en ella para notar a Izaya hacer lo mismo.

- ¿porqué no tratas de confiar en mí? seguro que puedo ayudarte

Izaya lo miraba no muy convencido de eso, pues ¿en que parte de la historia de ellos podría haber la casualidad de que Shizuo le pudiera ayudar a pensar en un buen plan?

- Mira Shizu-chan, ya mataste a un montón de presos por un plan tan malo ¿por qué crees que te dejaría ayudarme en algo tan serio como lo que tengo que hacer?

Shizuo lo miraba algo molesto, odiaba que le recordara la muerte de todos esos presos, pero era verdad. Shizuo sabía que él no podría ayudar realmente, pero sí que quería saber que le acomplejaba a Izaya.

- Mira Izaya, tal vez no soy bueno para hacer un plan bueno, pero estoy seguro que si hablas conmigo sobre lo que tienes que hacer por lo menos te sentirás mejor.

- Oh, vamos Shizu-chan ¿por qué crees que yo te diría algo tan delicado?

- Porque somos compañeros de celda y estamos juntos en ésto - Shizuo lo miraba serio y determinado, él quería hacerle entender a Izaya que estaría para él y que sólo tenía que abrirse un poco y confiar, con eso podrían dejar que todo mejorara, pero eso era algo que sólo quedaba en un deseo del rubio.

Izaya lo miraba algo molesto, odiaba que se metieran en sus cosas y aún más que Shizuo lo hiciera, él quería a Shizuo pero definitivamente no lo quería metiendo las narices en todos sus planes, quería tenerlo cerca pero no quería depender de él, sabía que en ese lugar era indispensable tener a Shizuo cerca pues de ese modo ningún preso se metía con él, pero a éstas alturas Izaya estaba sintiéndose diferente, pues creía que con todo el tiempo que ya había pasado ya estaba acostumbrándose a estar en la cárcel.

Miró al rubio y se acercó a él sintiendo un pequeño abrazo del rubio, cerró sus ojos y dejó que sus pensamientos sólo siguieran, tenía que pensar en plan que no incluyera sacar a Raj, ya que si sacaba a Raj y lo seguía Shiki lo mataría por traidor, y si sacaba a Raj informándole a Shiki que saldría perdería seguro las escrituras de toda la organización y entonces estar en la cárcel tanto tiempo no valdría la pena, por lo que pensaba retrasar a Raj un poco hasta tener unas pistas sobre el lugar verdadero de las escrituras.

Llegó el aviso de que era la hora del desayuno y salieron a ese lugar.

A pesar de haber estado abrazados hace un momento, ahora a Izaya no le importó separarse y caminar como si eso nunca hubiera pasado, Shizuo sólo se limitó a mirarlo irse con Raj mientras notaba a Know acercarse a él.

- Todo parece ahora más complicado entre ustedes dos, pero ten por seguro que ese piojo siente lo mismo que tú

Shizuo lo miraba y asentía para ir por su comida, pues su rutina ahora parecía ser muy monótona, desayunar, comer, cenar, picar piedra y si no era de esa forma alguna se alternaba hasta que pasaba cada semana y había una ducha a la que ya no iban pero si se cambiaban de ropa, ganaba comida tenía más cosas, pero todo seguía igual, sin importar cuanto alternaran las actividades no dejaban de ser una rutina, creía que lo único que cambiaba era la ciudad por fuera, aunque sólo de pensar en eso ya creía que tampoco eso cambiaba, suspiró y miró a lo lejos a ese que no dejaba a nadie entrar a su corazón.

En la prisión...!!! (Shizaya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora