*Libertad fugaz*

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Un nuevo día llegaba a la prisión. 

Izaya se encontraba dormido sobre Shizuo, parecía que aquella pelea que habían tenido días anteriores había sido perdonada y ahora únicamente se preparaban para el último y definitivo plan, sin embargo la realidad pintaba diferente, pues después de esa pelea que terminó por darle a entender a Izaya como serían las cosas realmente, sólo pudo pensar que quizá él y Shizuo no estaban hechos para estar juntos como ya lo suponía.

Abría los ojos y no podía evitar odiarse a si mismo por despreciarse a tal grado de preferir fingir que nada había pasado y echarse la culpa de todo lo que había sucedido a dejar de sentir el cuerpo del rubio, se odiaba por caer ante él y se odiaba porque sabía que ahora sería incapaz de dejarlo pese al dolor, Shizuo era su perdición, ahora lo sabía.

Después de esa pelea solo deseaba tener las energías para separarse de él, pero sabía que no podía, pues recordarse a si mismo diciendo "hazme tuyo" sólo lo dejaba reírse de si mismo.

Tan bajo había caído, era lo único que pensaba, tan bajo que no le importaría convertirse en lo que Shizuo quisiera por un poco de él, "tan patético" pensaba, después de todo nunca se logró explicar como fue que Shizuo pudo confiar en Raj tan rápido y ahora tampoco entendía como podía confiar en él, por lo que su teoría de que Shizuo se estaba volviendo loco en prisión tenía sentido.

Lo miraba dormir y sabía que fingir era lo único que le quedaba bien, pues ahora pensaba que si terminaba por destrozar lo que fuera que hubiera entre ellos y podía volver a fingir odio hacia Shizuo, seguro eventualmente terminaría creyendo en eso, por esa razón, fingir amor creía que era lo mejor.

Shizuo jamás entendió ese comportamiento de Izaya pero pensaba que si podían fingir que nada había pasado y podían volver a la realidad que tenían entonces iba a dejar de preocuparse por lo que fuera que hubiera pasado, fingiría que nada había pasado y le haría entender a Izaya lo enamorado que estaba de él, pese a la jugada que le había hecho su mente.

Notaba a Izaya alzarse y sonreír al mismo tiempo que le daba una sonrisa la cual no podía evitar corresponder.

Izaya lo miraba y le sonreía, lo amaba y odiaba tanto por hacerlo tan dependiente de él, pero sabía que si todo su plan al final salía como esperaba después se fingiría realizado y terminaría por votar a Shizuo como si ese hubiera sido su plan desde el inicio.

¿Le dolería? Ya sabía que sí, pero sabía que le dolería mucho menos que dejarse perder por él y después ser despreciado, pues aquellas palabras en su mente le decían que era lo mejor, aquella voz de Shizuo decir "Si hubiera sabido que eras así, jamás te hubiera amado" retumbaban una y otra vez en aquella cabeza. 

"Hago bien" se decía para si mismo, "hago bien" decía en consuelo de que sabía que era tan débil que no podría soportarlo, siempre era mejor estar preparado para alejarse que no saber cuando podría pasar y por eso estaba preparándose mentalmente para destrozar todo.

Shizuo se sentaba y le ayudaba a sentarse, aunque le hacía feliz ver una sonrisa en Izaya, no le hacía feliz escuchar que era hora de picar piedra pues él sabía lo que seguía.

Izaya le daba un beso a Shizuo mientras pensaba "hasta aquí llegó todo, gracias por todo y adiós".

- Llegó la hora - dijo dejando ver una sonrisa de confianza

Shizuo asintió algo dudoso de que su plan de lanzarlo fuera a funcionar, sin embargo se levantó para salir.

- Espera Shizuo

Shizuo volteo al escuchar su nombre tal cual y sintió un fuerte abrazo de Izaya que sólo pudo corresponderle, se sentía algo nostálgico pero bien de sentirlo entre sus brazos hasta que escuchó que éste susurró en su oído

En la prisión...!!! (Shizaya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora