Big Dumb Objects [Frerard]

2. La noticia de "el tío Ray genial"

Era la mañana de un sábado, aquella casa era totalmente tranquila en las mañanas... hasta que despertaban las niñas.

Gerard tuvo la maravillosa idea de invitar a toda la familia a comer, a lo que Frank no se opuso ya que le gustaba mucho que sus amigos vayan a visitarlos. Habían pasado ya varios años que la familia se había hecho más grande, pero claro, ellos eran los mismos. En todo sentido.

—¡Papá, Lily me está tirando del cabello!

—¡No es cierto!

—Sí es, lo estás haciendo ahora... ¡auch!

—¡No me acuses con papá!

—Si no lo hago ¿cómo piensas que voy a exigir un castigo justo?

—Agh...

Gerard salió de la cocina y caminó hasta la sala, en donde estaban las gemelas.

—Si continúan así le diré al tío Ray — amenazó separando a las dos niñas.

Ambas quedaron en silencio, Gerard se llevó a Lily a la cocina mientras que Cherry se quedó en la sala, sola como le gustaba y preparando un programa en la computadora.

Al medio día, sus invitados por fin llegaron. El primero fue Mikey acompañado de su esposa, Kristin, quien se había encargado de traer el postre, pastel de chocolate. Luego llegó Patrick junto a Pete, trayendo consigo no sólo una botella de vino y helado, sino también a su hijo Bronx a quien habían adoptado hace dos años. Exacto, ambos se habían casado, aunque claramente a Patrick no le gustaba el término "esposo" o "casado".

El último en llegar fue el tío Ray genial, con su novia de hace un año, Christa. Ella fue directamente a la cocina para ayudar a Gerard con la comida, mientras los demás... ayudaban en lo que podían.

—Bronx ¿quieres jugar conmigo a las escondidas? — le preguntó Lily a su primo de ocho años.

—Bueno — se encogió de hombros.

Pete, quien estaba con ellos, volteó a ver a Cherry y se acercó a ella. Al estar con la computadora pensó que estaría en YouTube tal vez viendo vídeos de Bob Esponja como cualquier niño.

—Hola niña, ¿qué haces? — cuestionó sentándose al lado de ella.

—Oh, hola tío... por cierto mi nombre es Cherry, y respondiendo a tu pregunta, estoy trabajando en el algoritmo para un programa.

—¿Qué finalidad cumple el programa?

Cherry se acercó a él, y le susurró en el oido:

—Es un secreto.

Ella le sonrió y el tío Pete correspondió.

—¿Por qué no vas a jugar con tu hermana y Bronx?

—No puedo perder el tiempo de esa forma — contestó negando con la cabeza.

—Considéralo un descanso... ya sabes, a veces así vienen las mejores ideas.

Cherry lo miró y se puso a pensar, finalmente decidió tomarle la palabra a su tío e ir a jugar. Bronx y Lily estaban jugando a las escondidas, Cherry debía contar hasta diez mientras ellos se escondían, cuando terminó de contar procedió a buscarlos.

Ni un minuto había pasado cuando Cherry encontró a Lily bajo la cama y a Bronx tras la puerta de la habitación principal.

—Este juego es muy aburrido — dijo Cherry después de haberlo ganado ya seis veces seguidas en menos de diez minutos.

—Tú nos encuentras muy rápido ¡no es justo! — se quejó Lily.

—Tiene razón — añadió Bronx.