Big Dumb Objects [Frerard]

10. Inestable

—¿DÓNDE DIABLOS ESTÁ?

—Ya Ray, nos echarán del hospital —dijo Patrick un tanto avergonzado.

Ambos, acompañados de Mikey y Pete, ingresaron a una habitación en donde vieron a Gerard recostado en una cama, aparentemente inconsciente, a Frank y las gemelas mirándolo atentamente.

—¡Ahí estás, Anthony! ¿Qué significa el mensaje que mandaste? —cuestionó el de afro haciendo todo un escándalo—. ¿Y por qué Gerard está inconsciente?

—¡No me digas! —se apresuró a decir Patrick—. ¿Su banda favorita "Our physical romance" Volvió?

—Mejor cállate, pato —dijo Ray y él mencionado se encogió de hombros—. Responde mi pregunta, enano.

—Es que Gerard se desmayó —explicó Frank—. Se enteró que tendríamos otro hijo y él...

—Espera, espera —lo interrumpió Patrick—. ¿Otro hijo?

Antes de que Frank pudiera responder Gerard abrió los ojos y empezaba a removerse en la cama. Se incorporó de golpe y miró a su al rededor.

—¿Dónde estoy?

—En el hospital, te desmayaste —le respondió Frank.

—Ah claro, creo que ya recuerdo —pensó—. Oh espera, entonces ¿Es cierto? ¿No lo soñé? Tendremos otro hijo...

—Pues...

—Sí, Gerard —se adelantó Ray—. ¡Es increíble lo imprudentes que son! ¿Cómo fue que pasó?

—¿En serio quieres que te explique cómo pasó? —Gerard se alteró.

—¡Sí! —respondió Patrick—. Oh, espera... mejor no... ¿o sí?

—Patrick, no —le dijo Pete haciendo un gesto de desagrado.

—Ay, sólo lo decía por los lectores —el rubio rodó los ojos.

—¿Qué?

—En fin —interrumpió Mikey—. Yo me pregunto porqué tenían que tener otro hijo justo ahora —volteó a ver a Gerard—. Eres tan competitivo...

—¿Qué? Yo ni siquiera lo planeé.

—¡Ah! —Patrick se sobresaltó—. ¿Es no deseado?

—¿Qué? No.

—¿Entonces es una bendición?

—Cállate, Patrick —esta vez habló Ray —. Saben que no soy fan de que ustedes tengan hijos, pues hace años tuvimos que cuidar a Frank y hace unos días Cherry huyó de casa.

—Pero no volverá a pasar, tío —habló Cherry, ansiosa de formar parte de la conversación.

—Lo sé, enana. El punto es que no son estables —añadió.

—Yo sí soy estable —dijo Frank bastante seguro.

—Anthony, hace ocho años te habría creído pero te casaste con el rey de la inestabilidad —repuso el más alto.

—Oh —hizo un puchero y frunció el ceño.

—Aww que tierno —chilló Gerard.

Frank le sonrió y se acercó a él para darle un beso en la mejilla.

—¿Ven de lo que hablo? —los interrumpió Ray—. Viven flotando en una nube rosa.

—Y sin polvos blancos —rió Patrick.

—¿O sea cómo? —le preguntó Pete.

—Es decir que no se dro...

—¡Ya deja de decir estupideces, Patrick! —exclamó el de afro.