「 Escenarios 」Kaminari Denki.

3. ⚡

Hermosos días de primavera...

Primavera, una de las más hermosas estaciones del año en Japón.
Donde los árboles de cerezo dan a fruto sus hermosas hojas rosas, donde lo bonito para regalar sería un arreglo de flores, las flores eran la especialidad de tu tienda.
Te encontrabas cargando una maceta con una semilla de cerezo, ponías tu esfuerzo y tu Quirk para que esta floreciera, y con suerte; valieron la pena tus esfuerzos.
También, los días de primavera favorecían, de tu hermosa y larga cabellera castaña, florecían unos bellos lirios, rosas, margaritas, girasoles, flores de cerezo, etc. Creando de forma automática, una enorme y larga trenza llena de flores. Lamentablemente era tan larga que la tenías que recoger en dos partes, todo esto gracias a tu Quirk, que de nombre es; "Floralización" pero preferidas llamarle "Dulce retoño de primavera".

Al terminar tu acción, dejaste aquél pequeño retoño de cerezo, el sonido de una dulce melodía llamó tu atención; al parecer tenías clientes.
Te encaminaste a la puerta principal de tu negocio, a la vista; divisaste una cabellera rubia junto a una pequeña niña risueña de cabellos cortos color rubio ceniza.

- ¡Bienvenidos a "Retoños de Primavera"! ¿En qué les puedo ayudar? - Enunciaste con alegría, ahora podías ver mejor a tus clientes, un joven de aparentemente 26 años de edad, en su cabellera rubia; un rayo negro sobresaltaba de una extraña manera y una pequeña niña de 6 años, en su cabellera rubia ceniza, se divisaban pequeñas mechas azabaches de estas.

- ¡Mira papi! ¡Parece una geisha! - Te señaló la pequeña niña, ¿Porqué geisha? Gracias a él kimono tradicional que llevabas puesto, esto y tu largo cabello decorado.

- Si, claro que lo parece Ai. - Dijo sonriente a su hija quién te miraba encantada, aunque el rubio también estaba encantado por tu bella apariencia. Pero no venían a tu tienda para admirarte, si no, para buscar un arreglo de flores para la madre de la niña. - Uh, Bueno, quería saber si tendrías algún arreglo de flores que esté hecho con crisantemos violetas, por favor...

- ¡Con mucho gusto! Pero... Crisantemo no tengo, pero, en media hora le puedo hacer un arreglo de ellos, y espero que su amor mejore de una buena manera... - Le dijiste a tu cliente el cual te miraba algo impactado por haber adivinado su situación, el solo articuló las palabras "¿Cómo es que?..." Y tú Soltaste una leve risa dulce - Los crisantemo violetas; dan el mensaje de lamentar un amor... - Dijiste para ir por una pequeña maceta amarilla, tomarla y dejarla en el mostrador, pero aún la tenías en manos.

- ¿Que hará señorita geisha? - Preguntó la inocente niña rubia ceniza mientras trataba ver por encima del mostrador, por lo que, su padre la cargó en sus hombros y se emocionó al ver como una luz verde emanaba de tus manos, estabas usando tu Quirk. - ¡Mira papi! ¡La señorita geisha usa su peculiaridad! ¡Es muy bonita! - Exclamó emocionada al ver como un retoño de crisantemo emanaba de la maceta.

- Vaya, que peculiaridad más interesante, tienes razón Ai, es sorprendente. Nunca había visto algo parecido. - Halagó el rubio mientras veía aquellas flores floreciendo de una forma rápida, algo sorprendente para el rubio pues en su vida como héroe no había visto algo como eso.

Al terminar tu trabajo, solo tomaste un par de tijeras y cortaste las flores con sumo cuidado, al terminarlo, las tomaste y las amarras te con un lindo listón rojo.
Dejaste la maceta amarilla en una estantería y le diste el arreglo al joven.

- ¿Cuánto le debo? - Preguntó mientras sacaba su billetera y comenzaba a buscar los yenes(¥) necesarios para pagarte. Negaste y le diste una cálida sonrisa mientras mirabas al padre y a la hija juntos.

- Va por parte de la casa, no se preocupe señor. Espero y le vaya bien con su... Pareja. - Dudaste un poco de tus palabras, pues el rubio no tenía ningún anillo de boda o de compromiso, ¿Entonces porque compra esas flores?

- Oh, si, muchas gracias por el detalle... - Dijo algo desanimado, pues la palabra "pareja" le era corta para el, una persona que perdió el amor por culpa del cancer. - Muchas gracias, hasta pro-

- ¿¡Cual es su nombre señorita geisha!? - Preguntó alegre la niña.

- Soy (Apellido) (Nombre), un gusto pequeña risueña. - Soltaste con gracia, a la pequeña que se encontraba en los hombros de su padre. - ¿Y como se llama la pequeña?

- Su nombre es Ai, Kaminari Ai. - Dijo el padre de la niña con cierta aura de melancolía. Eso te causaba intriga y curiosidad, ¿Quién fué la madre de la niña o quién es la madre de la niña? ¿Porque tanta tristeza a unas simples palabras?

— Ai, un lindo para una pequeña como ella. ¿Y usted? ¿Cual es su nombre? - El rubio te miró con cierta sorpresa - Claro... Si es que se puede saber... - Sonreiste tímida, con un leve rubor en tus mejillas.

— Soy Denki, Kaminari Denki. - Te sonrió el rubio, igual de sonrojado que tú, algo tierno al parecer de la pequeña niña. Es pequeña, pero no es una "tonta".

— Un gusto haberlos conocido, espero y tengan un hermoso día de primavera. Hasta pronto, Señor Kaminari, Ai. Un gusto... - Dijiste mientras sonreías y desaparecidas por el umbral de flores que daba a tu parte favorita de la tienda.

Mientras aquel rubio miraba con atención el umbral de flores, probablemente hecho por tí.
Digamos que había quedado embobado con tu carácter, personalidad y tú belleza.
Mientras la pequeña pensaba que, su madre estaría feliz al ver que su amado ya no sufriría por su partida, gracias al haberte conocido.

Sin duda, los dias de primavera son hermosos.