「 Escenarios 」Kaminari Denki.

13.⚡

Compañía.

Au Soulmate.

Posible OOC.

— Viejo~... Suena genial poder escuchar aquella voz de tu alma gemela todos los días, yo no la escucho~... - Se quejó el rubio.

— Bueno, talvez porque tendrás alguna frase marcada o... ¿Tú hilo rojo? - Cuestionó su amigo teñido.

En Japón, se hizo común el encontrarse con su alma gemela mediante frases marcadas en el cuerpo, o que esa persona te hablé mediante longitud, o, ver tú hilo rojo del destino y no saber dónde termina hasta que lo encuentras.
Pero Kaminari Denki no podía escuchar aquella dulce voz o si quiera tener un "tatuaje", solo un hilo rojo enredado alrededor suyo, pensando el que no tendría fin.

— Yo todos los días solo veo un maldito hilo rojo enredado alrededor de mi cuerpo... Viejo~ talvez no encuentre a mi alma gemela... - Comentó con desgano, tomando aquel hilo que el solo podía ver y tocar pero no podía ver el gran final. Contagiando su negatividad a su amigo teñido de rojo.

— ¡Sé que la encontrarás hermano! O lo encontrarás... - Comentó en susurró aquel final. Para recibir como respuesta un bufido por parte del rubio, quién tomó sus cosas y se marchó del aula.

No era su mejor día, pues aquel hilo rojo se había enredado más de lo común.
Eso deprimía al rubio pues él ya esperaba encontrarse con aquella persona especial que tanto ansciaba, pero se le hacía imposible por tanto enredo.
Salió de la gran preparatoria para irse a su hogar, cambiar sus ropas y salir a algún lugar, claro seguido de aquel llamativo hilo infinito.
Y caminó por las calles de Japón, con la intención de desahogarse de aquella deprimente sensación.
Un takoyaki podía saciar aquella desagradable sensación, compró aquella comida para ir a un pequeño parque del lugar, sentarse en una banca y disfrutar de su bocadillo.
Miraba a la gente pasar, algunas personas en pareja otras casadas o simplemente solas.
Así se veía el, solo. Pues no veía que aquel hilo llamativo mostrara alguna buena señal.

— Disculpa...

Dulce.
Fué lo que pensó a ver a la joven que se había acercado a el.
Una joven de largos cabellos (color) y unos bellos ojos brillantes.
Aquella joven se veía simplemente encantadora.

— Yo, te eh visto. En los juegos deportivos de la U.A, yo, pienso que tú particularidad es realmente asombrosa. ¿Me podrías hablar más de ella? - Insistió la joven al rubio enfrente suya, quién había terminado su bocadillo. - ¿Puedo? - Pidió permiso para poder sentarse al lado del rubio, quién asintió con la cabeza y se hizo a un lado, dejando espacio a la joven.

— B-Bueno... - Dijo con un leve color rosado en sus mejillas. - Mi quirk se llama Electrificación... Permite que mi cuerpo produzca electricidad que sirve para atacar a C-Cierto alcanze...